No todos somos grandes conferenciantes, pero sí podemos ser
unos oradores amenos y eficaces, si nos conectamos con nuestro público y
hacemos llegar el mensaje de forma cordial, clara y efectiva. Las personas en
su mayoría coinciden en el miedo que sienten cuando tienen que hablar ante un
público ya sea pequeño o numeroso, y todos los expertos establecen: se tiene
miedo al ridículo y la mejor manera de superarlo es la práctica, y pensar que no
se está dirigiendo a un grupo de amigos.
El Curso es el resultado de más de ocho años de aplicación,
prueba y complementación, formando directivos expositores y profesores en
México, República Dominicana y Colombia, en programas de formación de
formadores, obteniendo resultados satisfactorios en ejecutivos, profesionales,
docentes universitarios y profesores de colegios.
En el curso encontrarán orientaciones para mejorar
continuamente sus habilidades oratorias, al desarrollar los ejercicios que han
sido desarrollados para que con ayuda del espejo o una cámara de vídeo puedan
autoevaluarse, conocerse más a ustedes mismos y elaborar un plan de
mejoramiento.
Su contenido permite conocer métodos activos centrados en el
trabajo y en la comprensión por parte del auditorio que lo escucharán como
expositor de un tema, una clase, un informe, una conferencia entre otros.
Esperamos que responda a las expectativas del nombre y el contenido y logre en
las personas que lo utilicen, conocerse a sí mismos, y mejorar sus habilidades comunicativas.
Al hablar en público necesitamos crear una conexión con
aquellos que forman parte de nuestra audiencia, así como un ambiente de
confianza que permita que nuestro mensaje sea recibido.
La pregunta es: ¿podría crear esa conexión al hablar en
público evitando mirar a las personas a las que me dirijo? ¿Debería mantener
contacto visual con el público? La respuesta es: sí. De hecho, es esencial que
lo haga.
Piense por un momento en esta situación, se encuentra
conversando con alguien y esa persona, mientras habla con usted, se la pasa
mirando su reloj, el piso, luego la revista que tiene en su mano, y finalmente
mantiene su mirada en la gente que está pasando cerca y todo eso mientras habla
con usted. ¿Qué pensarías? Pues sencillamente que esa persona tiene poco o
ningún interés en hablar, y probablemente esté en lo cierto, ¿por qué?, ¡porque
nunca lo mira!
Lo mismo sucede al hablar en público.
Si evita el contacto visual con el público y en cambio
mantiene su mirada sobre sus notas, sobre la proyección de las diapositivas o
en el piso, el público entenderá que no tiene ningún interés en ellos o que no
está seguro de lo que dice, generando como resultado falta de confianza.
Por otro lado, mantener el contacto visual construye la
confianza.
Otro de los beneficios del contacto visual al hablar en
público es que las personas sentirán que está sosteniendo una conversación con
ellos en lugar de darles un discurso. La gente presta atención más fácil cuando
forman parte de una conversación en la que ellos están involucrados.
Así que, mantener el contacto visual al hablar en público
ayuda a mantener el interés de la audiencia.
Otra de las ventajas del contacto visual con las personas a
las que nos dirigimos, es que podemos conocer la reacción del público.
En una conversación uno a uno, nos fijamos en la otra persona
para obtener retroalimentación. Incluso, no hace falta que nos diga algo,
podemos comprender cómo se siente y cómo está recibiendo nuestro mensaje con
solo ver la expresión de su rostro.
Si sonríe o asiente con la cabeza, lo interpretamos como que
está de acuerdo con lo que le estamos transmitiendo. Esa retroalimentación nos
anima a continuar. Si arruga el ceño o agita su cabeza de lado a lado, sabemos
que no está totalmente de acuerdo con lo que acabamos de decir, y podemos dar
una explicación más detallada al respecto.
Lo mismo ocurre al hablar en público. Necesitamos la
retroalimentación del auditoria para saber cómo están aceptando lo que estamos
diciendo, o si se necita más explicación. La persona en la segunda fila que
sonríe y asiente con la cabeza le está diciendo lo que necesitas saber. Ella
dice que entiende y que está de acuerdo con usted. Pero, ¿cómo capta ese
mensaje si su mirada se encuentra fija en la pared del fondo?
Una última razón por la cual debe dirigir su mirada a las
diferentes personas del público es por el estímulo emocional que a menudo
recibirá de ellos.
Aunque no esté buscando intencionalmente este tipo de
estímulo, es gratificante que, al hablar en público, su mirada se encuentre con
rostros atentos y sonrientes y sentir esa conexión con el público.
Así que, dirija regularmente su mirada al hablar en público
a las personas que vea más atentas, más interesadas y que sonríen con usted,
esto incrementará su entusiasmo y seguridad.
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