BY: Maria Claudia Gomez #Finanzas #FinanzasPymes #Pymes #Pyme
La gestión financiera es esencial para el éxito de las PyMEs. Pero
¿Qué se puede hacer para todo funcione bien en lo que respecta a las finanzas? Aquí
le dejo 10 buenas prácticas
1. Aprender sobre finanzas
Las finanzas para no financieros es una buena opción para aquellos gestores
de pequeñas y medianas empresas que a pesar de ser profesionales pertenecen a
otras disciplinas donde no involucran el manejo del dinero y que desconocen términos
y conceptos corrientes del mundo de las finanzas, como son las áreas de la
salud y las artes entre otras. Son personas emprendedoras, crean empresa, pero
desconocen las prácticas administrativas y financieras.
Hoy en día existen cursos para no financieros y en la nube existen
infinidad de herramientas gratuitas que le permiten dominar ese tema es
fundamental. En un momento u otro será necesario que el gestor analice
registros con un alto nivel de complejidad, como un análisis financiero, un
punto de equilibrio, un plan de negocios entre otros.
La parte financiera de las empresas es un área que demanda varios
tipos de controles y análisis para que no pierda el camino. Mi recomendación agregar
al negocio un sistema de gestión eficiente y moderno que le traiga agilidad,
seguridad y practicidad en la ejecución de las tareas. Y que sea una fuente óptima
para la generación de reportes que, a su vez, juega un papel fundamental en la
toma de decisiones.
2. Diferenciar las cuentas personales vs.
cuentas de la empresa
Hablar sobre separar las cuentas personales de las cuentas de la
empresa puede sonar como algo muy trillado. Sin embargo, esta práctica es y seguirá
siendo muy común cuando vamos a analizar la gestión financiera de las pequeñas
y medianas empresas. En un primer momento puede parecer que las cuentas personales
(colegio, internet, administración, energía, gas) no afectan a los recursos.
Pero, si observa a largo plazo, esta práctica puede causar daños muy serios a
las finanzas del negocio. Además de no permitir el verdadero análisis de
resultados de la Pyme.
3. Aplicar buenas prácticas en el análisis de
resultados
El análisis de los estados financieros es un proceso necesario y vital
en la vida de las empresas, por cuanto permite a gerentes diagnosticar la situación
económica y financiera de la empresa, brindado información de utilidad para la
toma de decisiones. El estado de resultados básicamente representa la forma en
que la empresa llega al resultado final del ejercicio, que bien puede ser una
pérdida o una utilidad como se anotó al principio.
De tal manera que las buenas prácticas de gestión financiera para
empresas dependen de saber con exactitud lo que ocurrió en el pasado para planificar
mejor el futuro, no cargue los gastos personales a la empresa, no maquille las
cuentas, no cree fantasías en torno a las ventas. Lleve estadísticas comparativas
de años, que el contador genere informes, que le entregue el análisis y estúdielos
con detenimiento. Con ello, es posible evaluar la situación del negocio en
determinado período y tener pleno conocimiento sobre lo que de hecho ocurrió.
4. Reducir costos una práctica saludable
Pequeñas y medianas empresas siempre deben estar atentas a la
reducción de costos. La lógica es simple: si es posible administrar el negocio
con una reducción de costos (aunque sea mínima), ¡los márgenes de lucro serán
mayores!
Con eso, la empresa podrá tornarse más fuerte en el mercado ya que
será más competitiva y tendrá como ofrecer precios más atractivos al cliente.
Ojo, reducir costos no implica sacrificar calidad y si ese es su caso,
es mejor que reevalúe sus métodos, ¡la calidad es insustituible!
5. Procurar mantener flujo de caja
El concepto flujo de caja es conocido y entendido por las grandes
compañías, pero para las pequeñas y medianas empresas puede llegar a ser
abstracto y poco familiar. De ninguna manera no habrá una gestión financiera
eficiente, si no hay claridad sobre lo que está entrando y saliendo en la
empresa. La caja de la empresa no es la caja del administrador. Mezclar las
cosas hará que todo sea más difícil de controlar a la hora de hacer el cierre. Así,
una adecuada gestión que soporte una correcta proyección del flujo de caja
permitirá al empresario determinar la capacidad de la empresa de atender todas
sus obligaciones y generar ganancia a su inversionista.
El valor del flujo de caja como herramienta de gestión es muy alto,
por eso el empresario debe implementarla para apoyar la toma de decisiones y el
direccionamiento de la organización en la vía correcta.
6. Evaluar cómo está el presupuesto e
inversiones
Tomar la decisión de emprender un nuevo proyecto, no es fácil y el presupuesto
es una herramienta importante, en la medida que permite un conocimiento
anticipado de los flujos que se producirán para determinar la rentabilidad
estimada con base en los ingresos y costos. El presupuesto es un plan para
lograr en un cierto periodo los objetivos propuestos y se expresa en términos
monetarios, es sentarse a planear lo que quiere hacer en el futuro y expresarlo
en dinero.
Evaluar cómo está la situación es un factor clave en la gestión
financiera. De lo contrario, no es posible saber si hay margen para planear, si
es el momento correcto para adquirir o expandir. En otras palabras, garantiza
que la planificación de las actividades es factible de realizar y corresponde
con los recursos disponibles.
7. Tener un fondo de reserva
Una reserva financiera es una de las formas más seguras para que la pequeña
y mediana empresa sea capaz de honrar sus compromisos y mantener la calidad del
servicio, en caso de eventualidad. Ser precavido, ordenado, austero son
características positivas cuando se habla de negocios, ya que el despilfarro
monetario y no prever una reserva puede ser perjudicial dado que ninguna PYME no
son exentas de altibajos financieros.
Sobre todo, podrá gestionar de forma más eficiente sin que para ello
sea necesario comprometer el flujo de caja.