Cambio Climático
Lina Toro
Se llama cambio climático a la
variación global del clima en la Tierra. Es debido a causas naturales y también
a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo sobre
todo los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc.
El término "efecto de invernadero" se refiere a la retención del
calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la
atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el
planeta sería demasiado frío. Entre
estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano,
que son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de
combustibles fósiles. El mundo
industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya
aumentado un 30% desde el siglo pasado, sin la actuación humana, la naturaleza
se encargaba de equilibrar las emisiones.
Durante algunas décadas, el
clima ha ido calentándose a una escala global, el clima es una medida del
patrón medio de la variación de la temperatura, humedad, presión atmosférica,
viento, precipitaciones, recuento de partículas en la atmósfera y otras
variables meteorológicas en una región determinada durante períodos largos de
tiempo. El clima es variable, como se muestra en la falta de regularidad en las
estaciones de un año para otro.
Esta variabilidad es normal.
Es debido a la variación de las corrientes oceánicas, actividad volcánica,
radiación solar y otros componentes del sistema climático que no comprendemos
totalmente aún. Nuestro clima tiene también episodios extremos (como por
ejemplo inundaciones, granizo, tornados, huracanes etc.), los cuales pueden ser
devastadores.
En las últimas décadas,
muchos de los indicadores y estudios han señalado que el calentamiento global
ha sido alarmante a nivel mundial.
¿Qué causa el calentamiento
global?
Las temperaturas en la
Tierra son aptas para la vida gracias a un proceso natural llamado el efecto
invernadero. Cuando la radiación solar llega a nuestra atmósfera, parte de ella
es reflejada al espacio, y parte de ella pasa y es absorbida por la Tierra.
Esto causa que la superficie de la Tierra se caliente. El calor es irradiado hacia el exterior y
absorbido por los gases presentes en la atmósfera de la Tierra, los llamados
“gases de efecto invernadero”. Este proceso previene que el calor desaparezca,
haciendo que la temperatura ronde los +15°C en vez de -19°C.
Hay muchos gases de efecto
invernadero responsables de un calentamiento adicional de la atmósfera, los
cuales son producidos de distintas formas por personas. La mayoría provienen de
la combustión de combustibles fósiles de los coches, de las fábricas y de la
producción de electricidad. El gas responsable de la mayoría del calentamiento
es el dióxido de carbono, también llamado CO2. Otros contribuyentes son el
metano expulsado de los vertederos y de la agricultura (especialmente de los
sistemas digestivos de los animales que pastan), óxido nitroso de los fertilizantes,
los gases usados para la refrigeración y procesos industriales, y de la pérdida
de bosques que de otra forma almacenarían CO2.
La influencia humana en el
sistema climático es clara. Esto es evidente por el incremento de las
concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Es extremadamente probable
que la influencia humana sea la causa dominante del calentamiento observado
desde la mitad del siglo XX.
Emisiones continuadas de
gases de efecto invernadero causarán un calentamiento mayor y cambios en todos
los componentes climáticos.
Limitar el cambio climático
requerirá reducciones sustanciales y sostenibles de emisiones de gases de
efecto invernadero.
El cambio climático nos
afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de
agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de
alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones,
tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un
fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales.
Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios
rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias.
Se predice la extinción de
animales y plantas, ya que los hábitats cambiarán tan rápido que muchas
especies no se podrán adaptar a tiempo. La Organización Mundial de la Salud ha
advertido que la salud de millones de personas podría verse amenazada por el
aumento de la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el
agua.
En consecuencia, aunque
existen incertidumbres que no permiten cuantificar con la suficiente precisión
los cambios del clima previstos, la información validada hasta ahora es
suficiente para tomar medidas de forma inmediata; La inercia, los retrasos y la
irreversibilidad del sistema climático son factores muy importantes a tener en
cuenta y, cuanto más se tarde en tomar esas medidas, los efectos del incremento
de las concentraciones de los gases de efecto invernadero serán menos
reversibles.
El cambio climático está
modificando nuestra economía, salud y comunidades de formas diversas. Los
científicos advierten de que si no ponemos el freno sustancialmente al cambio
climático ahora, los resultados probablemente sean desastrosos. Si la Tierra se
calienta, alguno de estos importantes cambios ocurrirán:
·
- El agua se expande cuando se calienta y los océanos absorben más calor que la tierra, el nivel del mar ascenderá.
- El nivel del mar aumentará también debido a la fusión de los glaciares y del hielo marino.
- Las ciudades de las costas sufrirían inundaciones.
- Lugares en los que normalmente llueve o nieva mucho podrían calentarse y secarse.
- Lagos y rios podrian secarse.
- Habrían más sequías por lo que se haría más defícil cultivar.
- Habría menos agua disponible para l agricultura, la producción de comida, para beber o para ducharse.
- Muchas plantas y animales se extinguirían.
- Huracanes, tornados y tormentas producidos por cambios de temperatura y evaporación de agua se producirían con más regularidad.
10
medidas concretas para ayudar a frenar el cambio climático
1. Cambia las bombillas
Reemplazar
una bombilla tradicional por una de bajo consumo ahorra más de 45 kilogramos de
dióxido de carbono al año. Cierto que la segunda es más cara, pero resulta más
económica a lo largo de su vida.
2. Apaga la tele y el PC
Sólo
con apagar la televisión, el DVD o el ordenador cuando no estén en uso evitarás
que miles de kilos de CO2 salgan a la atmósfera. No dejemos los aparatos
eléctricos en stand-by (espera): un televisor que permanece encendido durante
tres horas al día y en stand-by las 21 horas restantes consumirá un 40 por
ciento de la energía total en el modo de espera.
No
dejemos el cargador del celular enchufado todo el tiempo, aunque no esté
conectado al teléfono, porque seguirá consumiendo electricidad.
3. Conducir menos
4. Revisar los neumáticos
Si
la presión de nuestros neumáticos baja 0,5 bares, nuestro vehículo consumirá un
2,5 por ciento más de combustible y, por tanto, liberará un 2,5 por ciento más
de CO2. El ahorro de cuatro litros de gasolina evita la emisión de seis kilos
de dióxido de carbono.
5. Reciclar
Podemos
ahorrar más de 730 kilos de CO2 al año al reciclar la mitad de la basura que se
produce en casa.
6. Evita mucho embalaje
Escoger
productos con poco envase: una botella de 1,5 litros genera menos residuos que
tres de medio litro. En la compra usar bolsas reutilizables. Evita las toallitas
húmedas y de papel. Podemos evitar la emisión de 1.100 kilos de CO2 si
reducimos nuestra basura un 10 por ciento.
7. Menos agua caliente
Es
necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua. Instalar un regulador
de caudal del agua en la ducha y evitaremos la emisión de más de 100 kilos de
dióxido de carbono al año.
Lava
con agua fría o tibia y ahorraremos 150 kilos de CO2. Ahorraremos agua caliente
y gastaremos cuatro veces menos energía si en vez de un baño nos damos una
ducha. Cerrar el grifo mientras nos lavas los dientes. Asegurarnos de que los
grifos no gotean: el goteo de uno puede hacer perder en un mes el agua
suficiente para llenar una bañera.
8. Vigilar los electrodomésticos
Tapar
la cazuela mientras cocinamos es un modo de ahorrar mucha energía. Aún mejor
son las ollas a presión y las vaporeras, que ahorran un 70 por ciento de
energía.
Usa
la lavadora y el lavavajillas sólo
cuando estén llenos. Si no lo están, usar programas económicos. No hace falta
poner una temperatura alta, hoy los detergentes son eficaces incluso cuando es
baja. Recordemos que si el frigorífico y el congelador están cerca de los
fuegos o de la caldera, consumirán mucha más energía. Si éstos son viejos,
descongelarlos periódicamente. Los nuevos tienen ciclos automáticos de
descongelación y son casi dos veces más eficientes. No pongamos en la nevera
alimentos calientes o templados; ahorraremos energía si dejamos que se enfríen
primero.
9. Ajustar el termostato
En
países con estaciones la oscilación de dos grados centígrados en invierno y en
verano ahorrara más de 600 kilos de dióxido de carbono por hogar en un solo
año. Bajar la temperatura un grado puede reducir la factura de la calefacción
entre un 5 y un 10 por ciento. Cuando ventilemos nuestra casa, abrir las
ventanas unos minutos, no dejar escapar el calor mucho tiempo.
Si
dejamos una pequeña abertura todo el día, la energía necesaria para mantener el
interior caliente durante seis meses de frío será de casi una tonelada de
emisiones de CO2. Aislar bien nuestra casa. No abusemos de los aparatos de aire
acondicionado, consumen mucha energía y emiten unos 650 gramos de CO2. Y supone
un costo elevado en nuestra factura.
10. Planta un árbol
Un
solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono durante toda su vida.
Pequeños
cambios hacen una gran diferencia.
“El mundo no va a sobrevivir mucho más
tiempo como cautivo de la humanidad.”
Daniel
Quinn.
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