En todo tipo de negocios,
sectores productivos, gobierno, las reuniones constituyen el vínculo de
intercomunicación más utilizado, mal usado en muchos casos y de gran abuso en
otros casos.
Las reuniones no deben
convertirse en encuentros de grupos en lucha que produce desgaste entre sus
integrantes, quebrantadores de relaciones o simples consumidores de tiempo,
recursos y energía, sino que deben de ser encuentros en donde, además de darle
solución a los principales problemas que aquejan a la empresa, sirvan para
coordinar planes y proyectos, exista integración grupal e individual que
conformen un genuino equipo de trabajo.
Las reuniones son actividades
de gran importancia desarrolladas por grupos y equipos para resolver problemas
y tomar decisiones para alcanzar en forma efectiva las metas de la
organización. En una gran mayoría de casos las reuniones se efectúan sin seguir
un proceso sistemático que permita obtener lo mejor de ellas. Por esta razón se
miran como una pérdida de tiempo y por consiguiente costosas para la empresa.
Las reuniones son de gran
importancia para todas las organizaciones, en particular para aquellas que
utilizan quipos de trabajo para realizar actividades diversas. Una gran parte
de la eficacia y productividad del equipo de trabajo se obtiene a partir de la
efectividad con que se desarrollan estas reuniones.
Las reuniones han mantenido
una baja reputación y son materia de muchos chistes y dichos. A pesar de que
algunos gerentes las ven como improductivas y como una pérdida de tiempo y por
lo tanto costosas, también entienden que sus organizaciones no pueden funcionar
sin este mecanismo de comunicación. Entre otros defectos, las reuniones pueden
estar desenfocadas, pueden tomar mucho tiempo y algunas veces pueden
considerarse innecesarias. Todas estas dificultades, sin embargo, no implican
que no posean un valor inherente, pero sí que a menudo ellas no se planean o se
planean pobremente.
Los expertos estiman que los
ejecutivos de nivel medio gastan alrededor del 30 por ciento de su tiempo en
reuniones y conferencias. Por cada diez gerentes con ingresos anuales promedio
de $200.000.000, quienes empleen un tercio de su tiempo en reuniones, esta situación
se traduce en unos costos salariales de 550 millones de pesos al año en sólo
salarios. Aquí no estamos considerando las pérdidas por el potencial no
productivo si estas reuniones no pueden producir los resultados deseados.
Si usted desea alcanzar lo más
que pueda de una reunión, debe estar en capacidad de entender muy bien lo que
ellas significan.
Las reuniones ayudan a los
grupos y a los equipos a determinar un curso de acción.
Pueden llegar a convertirse en
el vehículo más eficiente y efectivo de la comunicación y planeación gerencial,
pero únicamente si quienes las organizan y dirigen las planean cuidadosamente,
consideran todos los detalles antes, durante y después del evento. La solución
a la inefectividad no es reducir su número sino hacerlas más efectivas.
Las reuniones también reflejan
las características de las personas que las conducen y las organizaciones que
ellas representan. Cuando usted esté realizando una reunión, tenga presente que
debe dejar una impresión duradera en su audiencia y seguir las reglas del uso
del buen lenguaje. Es importante, por ejemplo, conocer a los asistentes para
lograr que su presentación esté al nivel del grupo. Similarmente, su
comunicación no verbal, voz, postura y entusiasmo, debe ser segura, abierta e
interesada. Si sigue estas directrices y utiliza la información que se presenta
aquí, probablemente podrá liderar reuniones efectivas.
No caída en uno de los
aspectos que más afectan a las empresas hoy en día, y es la “reunionitis aguda”
que implica asistir a reuniones tediosas, ineficientes e innecesarias, si bien
pueden ser muchas las razones para llevar a cabo reuniones, las razones para no
realizarlas pueden ser aún mayores.
La decisión de llevar adelante
una reunión debe fundamentarse en el principio básico de que el resultado que
se espera obtener de ella debe ser mayor que la sumatoria de los resultados que
lograrían individualmente sus eventuales participantes.
Otro aspecto relacionado con
este importante tema es que generalmente se asume que el fracaso de las
reuniones obedece a problemas de relaciones interpersonales de sus
participantes. Sin embargo, un reciente estudio sobre el fracaso de las
reuniones en los ambientes organizacionales ha revelado que de 1300 problemas
que se citaran como fuente de fracaso solo el 3% de ellos tenían su origen en
las relaciones interpersonales. El 97% de las respuestas se referían a la falta
de preparación y planificación de las mismas.
Por tanto, este libro va
dirigido a todas las personas que trabajan en organizaciones, en las cuales se
presenten los aspectos relacionados anteriormente y que consideren que es
posible realizar reuniones efectivas, haciendo ajustes a la forma y al
contenido de las mismas.
Situación hipotética…………………..
Si un ocupadísimo marciano le
fuera posible echar una nueva mirada a la gente de la Tierra, probablemente le
impresionaría el tiempo que la gente ocupa en hacer cosas en grupo. Notaría que
las personas, en su mayoría, se reúnen en grupos relativamente pequeños (...).
Observaría que la educación y la socialización de los niños tienden a ocurrir
en otros grupos, generalmente mayores, en iglesias, escuelas u otras
instituciones sociales, en íntima interdependencia, dentro de asociaciones
relativas durables, le intrigaría saber por qué tanta gente pasa tanto tiempo
en pequeños grupos que hablan, planifican y están en conferencia.
Como contraparte de nuestro
hipotético marciano, nos encontraríamos nosotros, con las interrogantes
siguientes:
En realidad, esto es algo que
le sucede a muchas personas, a muchos ejecutivos, más de lo que imaginamos...
En este curso se presenta un
conjunto sistemático de actividades para mejorar el desempeño de las reuniones.
La utilización de este proceso es un requisito exigible si la compañía desea
obtener los mejores resultados de ellas, se presentan una serie de problemas
que ocurren en las reuniones tanto con los grupos de personas como con los
individuos y se incluye la forma de resolverlos. Los sistemas de
teleconferencia y de tecnologías web se discuten como ayuda para conducir
reuniones que de otra manera no se podrían realizar debido a la movilidad de
algunos participantes importantes y se aborda de una manera práctica y
sencilla, cómo planificar, ejecutar y supervisar una reunión, sin importar la organización
en donde se deba llevar a cabo o el motivo de la misma, el fin último es que
usted tenga una reunión que sea exitosa.
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