miércoles, 29 de marzo de 2017

Beneficios De Tener Una Mascota En Casa




Beneficios De Tener Una Mascota En Casa
Lina Toro



La presencia de una mascota en el hogar puede mejorar la calidad de vida y contribuir a mejorar la salud física y mental de las personas.

La presencia de perros, gatos y otros animales de compañía es determinante en el estado de ánimo. Se ha demostrado que tener una mascota es un gran remedio contra la depresión porque su compañía aumenta la sensación de seguridad y protección. Interactuar con nuestra mascota provoca la liberación de oxitocina, la conocida hormona del amor, generando en nosotros sentimientos como alegría y confianza.


Sin duda, las mascotas se han convertido en un miembro más de la familia. Cada día son más valoradas, pues más allá de brindar diversión y compañía, su presencia tiene un impacto positivo en la salud física y mental de las personas, haciendo que la calidad de vida y la sensación de bienestar aumente.

El amor incondicional que ofrecen los animales no es novedad. La alegría con la que un perro espera en la puerta la llegada de su "dueño" después de una jornada ausente o el ronroneo de los gatos cuando reciben unas cómodas caricias en un sillón no sólo alegran el alma. Esas sensaciones de bienestar y satisfacción que ofrecen, son apenas una parte de sus beneficios.

La idea de tener un animal doméstico nos recuerda, a la mayoría de nosotros, los días de nuestra infancia. Parece haber una cierta conexión entre un humano y un animal que no se puede comparar con la conexión entre los seres humanos. No importa qué tipo de mascota, todos ellos pueden ofrecer amor incondicional, amistad, y mucho más…

Pero tener una mascota en casa no solo trae beneficios para los animales que son cuidados y  tratados como uno más de la familia, el resto de los integrantes también se ven beneficiados con su presencia.


Los beneficios de tener una mascota, que son:


1. Disminuyen el riesgo cardíaco


Un estudio realizado por  la American Heart Association, determinó que las mascotas pueden reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Estos estudios determinaron que las personas que sacan a pasear a su perro, cumple con un 54% más de los niveles de energía que se recomiendan para la rutina diaria. Gracias a este ejercicio, la persona está menos propensa a sufrir enfermedades cardiovasculares.


2. Evitan el sentimiento de soledad


La presencia de un animal en casa ayuda a la persona a sentirse más segura de sí misma y más protegida. Una mascota puede ayudar a evitar depresiones por sentimiento de soledad, ya que su compañía estimula el contacto físico y la comunicación. Quienes hablan con su mascota tienden a encontrar en ello una terapia de relajación.

3. Reducen el estrés


Estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión. Esto se debe a que la caricia sobre el animal estimula la liberación de una hormona llamada oxitocina, la cual se relaciona con la vinculación emocional. Esta demostración afectiva favorece tanto al dueño como al animal.

Lo recomendado es acariciar el animal, jugar, pasearlos e incluso hablar con ellos para despejar la mente y sentir bienestar.

4. Mejoran el estado de ánimo


Diferentes encuestas han determinado que las personas que tienen en su casa un gato o un perro, sienten menos tristeza e incluso se sienten mucho mejor cuando están deprimidos y juegan o interactúan con su mascota.


Esto se debe a que al jugar con la mascota, se estimula la producción de  serotonina y la dopamina, al mismo tiempo que el cortisol se disminuye.


5. Fortalecen el sistema inmunológico

Diferentes investigaciones también han determinado que convivir con mascotas desde temprana edad, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, reduciendo con esto el riesgo de desarrollar alergias, enfermedades respiratorias, entre otros.

Para comprobar esto, investigadores de Finlandia, realizaron un estudio con 397 niños desde su nacimiento hasta el año. La investigación consistía en llevar un seguimiento a los niños y el contacto que tenían con los animales. Como resultado se determinó que los niños que más contacto tuvieron con los animales, gozaban de un sistema inmune más fuerte.


6. Pueden llegar a ayudar a las personas diabéticas


Aunque suene un poco increíble, algunos perros pueden llegar a ayudar a las personas que padecen diabetes. Incluso, hay organizaciones como Dogs for Diabetics, que se dedican a entrenar perros para que ayuden a los pacientes con este problema de salud. Resulta que en ocasiones las personas con esta enfermedad tienen una caída en el nivel de glucosa en la sangre que no pueden detectar a tiempo. Sin embargo, se ha sugerido que los perros si pueden detectar a tiempo esta alteración química y posteriormente avisarle a su dueño.

7. Mejoran la esperanza de vida

Las investigaciones han concluido que a nivel general, las personas que tienen mascotas en casa, en especial gatos y perros, tienen una vida más saludable, son más felices, tienden a estresarse menos y en general aumentan su expectativa de vida. Los animales le brindan sensación de bienestar a la persona incluso cuando ésta está pasando por un mal momento, este tipo de sensaciones mejoran la calidad de vida y pueden prolongarla por más tiempo.

En el caso de los niños


La importancia que tienen las mascotas en el desarrollo intelectual y afectivo de los niños. Los niños con sus mascotas pueden expresar afecto y cariño, a la vez que comprenden que los animales, así como todos los seres vivos, requieren de cuidados, respeto y atención. Esto repercute en el desarrollo de la sensibilidad y tolerancia de los pequeños, permitiéndoles tomar conciencia de que los seres vivos tienen diversas necesidades y que las expresan de modos diferentes. Además, en la vinculación con sus mascotas, los niños aprenden que la comunicación entre los seres vivos no solo depende de las palabras, sino que existen diversas formas de comunicarse.

Se les puede exigir a los niños cumplir con algunas responsabilidades frente al cuidado de sus animales. Se les puede exigir ser responsables con las tareas y actividades a las cuales ellos se comprometieron al asumir su mascota, las cuales fueron evaluadas en familia y aparecen adecuadas de asumir de acuerdo al nivel de desarrollo del niño. Pero no se les puede exigir hacerse cargo de todo lo que significa tener una mascota en la casa, ya que no se encuentran preparados para asumir todo lo que está relacionado a su cuidado, pudiendo convertirse así en una experiencia muy dañina, tanto para la mascota como para el niño y su familia.

Las mascotas no deben ser vistas como herramientas paliativas para un problema o como juguetes para solucionar dificultades internas de la familia. La decisión de integrar una mascota a una familia debe ser tomada a conciencia, ya que el cuidado de ellas requiere de trabajo, organización y compromiso por parte de la familia. Si la familia se encuentra atravesando una crisis importante, es imposible que esté en condiciones de hacerse cargo de otro ser vivo, por lo que la incorporación de una mascota puede convertirse en un estresor, más que en un elemento beneficioso.


Los niños aprenden desde pequeños a leer las necesidades de su mascota y a responder acorde a lo requerido, lo cual favorece el desarrollo de la comunicación a través de lo no verbal con otros seres vivos, y a la vez apoya el desarrollo de la empatía, ya que el niño es capaz de ponerse en el lugar de su mascota cuando tiene sed o no le gusta que lo bañen, y así va desarrollando habilidades relacionales básicas.

En el caso de los adultos mayores


Los adultos también se ven beneficiados al tener una mascota. Muchas veces al tener una mascota, se permiten demostrar afectos y emociones que con sus iguales no se permitirían.


Adicionalmente, las mascotas son de gran apoyo en los ancianos e incluso cumplen funciones terapéuticas. Evitan el sedentarismo al exigir que el adulto mayor desarrolle actividades como sacarlos de paseo o llevarlos al veterinario. Por otra parte, el tener que cumplir rutinas de cuidado con el animal, les permite mantenerse activos.


Las mascotas también suplen deterioros físicos de los adultos mayores, tales como los auditivos: les avisan si suena el teléfono o si alguien llama a la puerta. Lo anterior repercute en la seguridad y confianza del adulto mayor, ya que se siente protegido por su mascota.

Finalmente, los adultos valoran la incondicionalidad de su mascota y se sienten acompañados por ellos en espacios de soledad y desesperanza. Una parte relevante es el apoyo a nivel anímico que brindan las mascotas a los adultos mayores. Los hace sentirse acompañados y que le importan a alguien; les brindan alegrías que los aleja del fantasma de la depresión y la soledad. Es más, se ha visto que muchas veces disminuyen las quejas somáticas de los adultos mayores al tener una mascota.


¡ Anímate a adoptar !.


“Si tener alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, los animales son mejores que muchos humanos.”


James Herriot.


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