miércoles, 1 de febrero de 2017

Dependencia emocional





Dependencia emocional
Lina Toro

 

Existen relaciones de pareja o familiares con un grado tan alto de dependencia que, tarde o temprano, derivan en una situación asfixiante, en donde falta libertad interior.

La dependencia emocional en la pareja puede estar causada por problemas de autoestima. De esta forma, alguien que se quiere poco a sí mismo pone su valor en el amor que recibe por parte de otra persona, como si necesitase ser salvado o salvada  por alguien externo. Es decir, en cierto modo, se coloca en el rol de víctima indefensa ante la vida. Conviene recordar que para estar bien junto a otra persona, previamente, es indispensable estar bien con uno mismo, de lo contrario, ante una posible ruptura, la persona puede caer en el vacío existencial más absoluto, en el dramatismo exagerado de perder de vista su propio valor como persona capaz de ser feliz más allá de tener o no a alguien al lado.

Eliminar la dependencia emocional es posible. Uno mismo el que debe tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida. Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se involucran en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.

Hay un porcentaje mayor de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.

Este es un  listado de situaciones y sentimientos para evaluar si se sufre de este problema.

Una persona con apego enfermizo o que tiene dependencia emocional se caracteriza por:

  • Su felicidad se centra en una sola persona, no disfruta de otra cosa que no sea estar con quien ama o aprecia.
  • Su alegría depende de cómo le tratan los demás y de lo que piensen de ella. Si se siente aceptada todo genial, pero como sienta que cae mal o que tienen mala opinión de ella, se esfuma la felicidad. Dependen en exceso de los demás para estar bien o mal.
  • Evitan a toda costa llevar la contraria para evitar enfrentamientos, le invade el temor a molestar o a ser rechazado.
  • Antepone el deseo de otros, al suyo propio, se siente como si no tuviera capacidad de decisión, su vida la manejan.
  • Solo se siente bien consigo mismo si se siente querido. Si no hay alguien a quien querer, se siente vacío, sin amor propio.
  • Le invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto ama o aprecia. Ese miedo le impide disfrutar como debería de las relaciones.
  •     Cae fácilmente en los chantajes emocionales, no soportaría que por su culpa alguien se hiciera daño. Sacrifica su felicidad para dársela a otros.
  • Prefiere sufrir, antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a. No tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco siente que tiene la capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quiere.
  • Necesitas al otro/a, sino la vida pierde total sentido.
  • El sentimiento de culpa está a menudo con ella. Siente que es el responsable de la felicidad de los demás, ya sea su pareja, familia, amistades, etc. Se siente con la obligación de contentar a los demás y si no lo hace se siente culpable.
  • Quiere tener el control de toda su vida, para tener la seguridad de que no le perderá. Se convierte en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que tiene con otras personas. Se obsesiona un poco con esa persona, deja de vivir su vida para seguir la del otro.
  •      La persona está tanto en el centro de su vida, que sus amistades y demás pierden importancia para ella. Hay tendencia de aislamiento social, sólo le apetece estar con esa persona, y cuanto más tiempo diario mejor.

  • La relación genera ansiedad. La persona nunca está contenta porque quiere más, y sobre todo teme que la dejen, lo cual sería una catástrofe porque no se imagina la vida sin esa persona.
 A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. La persona con dependencia emocional necesita al otro para disfrutar.

Algunas recomendaciones para recuperar la independencia emocional:

1. Reconocer que hay un problema

No solo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es una situación que puede establecerse en cualquier ámbito.

La persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. Ha convertido la relación con el otro en una necesidad para creer sentirse bien…

2. Listado de cosas que perjudican y se hacen por amor o cariño

Una vez que ya se ha reconocido el problema y tenemos  el convencimiento de que queremos eliminarlo  de nuestra vida, hacemos un listado de cosas que hemos llegado a hacer por alguien, que a nosotros nos perjudicaban. Debemos ser consciente de que una persona dependiente no se fija en su bienestar personal, prefiere contentar a la otra persona para no perderla.

Si quieres cambiar, lo primero que debes hacer es pensar en ti lo primero, que tu bienestar sea lo principal en tu vida.

Algunas preguntas que debemos hacernos y contestar con sinceridad

¿Qué cosas tenía la otra persona que nos perjudicaban?, ¿qué hemos hecho  por el otro que nos hacía daño?, ¿hemos dejado de lado amistades, familia, actividades, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿Nos han tratado con el respeto que nos merecemos?, ¿Hemos hecho cosas que no están bien para no perder a otra persona?, ¿cómo se encuentra nuestro estado emocional?, ¿sentimos que hemos mendigado amor o afecto?

Es importante que hagamos consciente el sufrimiento que hemos tenido por ser una persona dependiente. Pensar en todo lo negativo que nos ha traído esa relación, de esta manera reforzaremos nuestras ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.

3. Reforzar la autoestima para eliminar la dependencia emocional

El factor principal de cualquier dependencia es una autoestima baja. Hay muchas opciones para poder reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología hasta hacer biblioterapia. En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes sobre la autoestima.

Hagamos como si tuviéramos que estudiar para el colegio, informémonos de  todo lo que podamos sobre reforzar la autoestima y leamos los libros que nos parezcan más interesantes. De todo siempre se saca algo nuevo e instructivo.

4. Aprender a estar solo/a


La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando uno se siente bien consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado como personas.

Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana.

Uno debe aprender a disfrutar de la vida sin pareja. Hay infinidad de cosas que hacer. Desarrollar habilidades, labra el futuro, dedicar tiempo a  aficiones, hacer amistades con gente buena, viaja, mirar a nuestro alrededor para disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuidarnos y amarnos como nos merecemos.

5. Desactivar el ego


El ego suele tener una visión muy limitada de la realidad, y sólo acepta su punto de vista, su modo de entender el mundo, e incluso de amar. Pocas dimensiones pueden ser más dañinas y destructivas como el egoísmo en cualquiera de sus ámbitos, ya sea a nivel de amistad, a nivel laboral o en el seno de una pareja.

Al ego le gusta que las cosas sean como uno desea, que el mundo se ordene milimétricamente de acuerdo a sus perspectivas, a su concepción personal de lo que está bien y lo que está mal. No le gusta lo imprevisto, ni lo espontáneo, las reacciones que escapan a su control y que expresan voluntad propia.

Para amar en plenitud, debemos “desactivar el ego”, permitiendo así que la pareja nos ame en libertad, siendo una persona con voluntad propia, y no como “nosotros deseamos”. El amor que se ofrece con espontaneidad y de modo íntegro, es sin duda el amor más pleno y auténtico.

 “La mayoría de miedos de ser rechazado descansan en el deseo de ser aprobados por otras personas. No bases tu autoestima en sus opiniones.”


Harvey Mackay.
  

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