Beneficios
De Tener Una Mascota En Casa
Lina Toro
La presencia de una mascota en el hogar puede mejorar la calidad de vida
y contribuir a mejorar la salud física y mental de las personas.
La presencia de perros,
gatos y otros animales de compañía es determinante en el estado de ánimo. Se ha
demostrado que tener una mascota es un gran remedio contra la depresión porque
su compañía aumenta la sensación de seguridad y protección. Interactuar con
nuestra mascota provoca la liberación de oxitocina, la conocida hormona del
amor, generando en nosotros sentimientos como alegría y confianza.
Sin duda, las mascotas se han convertido en un miembro más de la
familia. Cada día son más valoradas, pues más allá de brindar diversión y
compañía, su presencia tiene un impacto positivo en la salud física y mental de
las personas, haciendo que la calidad de vida y la sensación de bienestar
aumente.
El amor incondicional que ofrecen los animales no es novedad. La alegría
con la que un perro espera en la puerta la llegada de su "dueño" después
de una jornada ausente o el ronroneo de los gatos cuando reciben unas cómodas
caricias en un sillón no sólo alegran el alma. Esas sensaciones de bienestar y
satisfacción que ofrecen, son apenas una parte de sus beneficios.
La idea de tener un animal doméstico nos recuerda, a la mayoría de
nosotros, los días de nuestra infancia. Parece haber una cierta conexión entre
un humano y un animal que no se puede comparar con la conexión entre los seres
humanos. No importa qué tipo de mascota, todos ellos pueden ofrecer amor
incondicional, amistad, y mucho más…
Pero tener una mascota en
casa no solo trae beneficios para los animales que son cuidados y tratados como uno más de la familia, el resto
de los integrantes también se ven beneficiados con su presencia.
Los beneficios de tener una
mascota, que son:
1. Disminuyen
el riesgo cardíaco
Un estudio realizado
por la American Heart Association,
determinó que las mascotas pueden reducir el riesgo de sufrir una enfermedad
cardíaca. Estos estudios determinaron que las personas que sacan a pasear a su
perro, cumple con un 54% más de los niveles de energía que se recomiendan para
la rutina diaria. Gracias a este ejercicio, la persona está menos propensa a
sufrir enfermedades cardiovasculares.
2. Evitan el sentimiento de
soledad
La presencia de un animal en casa ayuda a la persona a sentirse más
segura de sí misma y más protegida. Una mascota puede ayudar a evitar
depresiones por sentimiento de soledad, ya que su compañía estimula el contacto
físico y la comunicación. Quienes hablan con su mascota tienden a encontrar en
ello una terapia de relajación.
3. Reducen el estrés
Estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla
frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y
depresión. Esto se debe a que la caricia sobre el animal estimula la liberación
de una hormona llamada oxitocina, la cual se relaciona con la vinculación
emocional. Esta demostración afectiva favorece tanto al dueño como al animal.
Lo recomendado es acariciar el animal, jugar, pasearlos e incluso hablar
con ellos para despejar la mente y sentir bienestar.
4. Mejoran el estado de
ánimo
Diferentes encuestas han
determinado que las personas que tienen en su casa un gato o un perro, sienten
menos tristeza e incluso se sienten mucho mejor cuando están deprimidos y
juegan o interactúan con su mascota.
Esto se debe a que al jugar
con la mascota, se estimula la producción de
serotonina y la dopamina, al mismo tiempo que el cortisol se disminuye.
5. Fortalecen el sistema inmunológico
Diferentes investigaciones también han determinado que convivir con
mascotas desde temprana edad, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico,
reduciendo con esto el riesgo de desarrollar alergias, enfermedades
respiratorias, entre otros.
Para comprobar esto, investigadores
de Finlandia, realizaron un estudio con 397 niños desde su nacimiento hasta el
año. La investigación consistía en llevar un seguimiento a los niños y el
contacto que tenían con los animales. Como resultado se determinó que los niños
que más contacto tuvieron con los animales, gozaban de un sistema inmune más
fuerte.
6. Pueden llegar a ayudar a
las personas diabéticas
Aunque suene un poco increíble, algunos perros pueden llegar a ayudar a
las personas que padecen diabetes. Incluso, hay organizaciones como Dogs for
Diabetics, que se dedican a entrenar perros para que ayuden a los pacientes con
este problema de salud. Resulta que en ocasiones las personas con esta
enfermedad tienen una caída en el nivel de glucosa en la sangre que no pueden
detectar a tiempo. Sin embargo, se ha sugerido que los perros si pueden
detectar a tiempo esta alteración química y posteriormente avisarle a su dueño.
7. Mejoran la esperanza
de vida
Las investigaciones han concluido que a nivel general, las personas que tienen
mascotas en casa, en especial gatos y perros, tienen una vida más saludable,
son más felices, tienden a estresarse menos y en general aumentan su
expectativa de vida. Los animales le brindan sensación de bienestar a la
persona incluso cuando ésta está pasando por un mal momento, este tipo de
sensaciones mejoran la calidad de vida y pueden prolongarla por más tiempo.
En el caso de los niños
La importancia que tienen las mascotas en el desarrollo intelectual y
afectivo de los niños. Los niños con sus mascotas pueden expresar afecto y
cariño, a la vez que comprenden que los animales, así como todos los seres
vivos, requieren de cuidados, respeto y atención. Esto repercute en el
desarrollo de la sensibilidad y tolerancia de los pequeños, permitiéndoles tomar
conciencia de que los seres vivos tienen diversas necesidades y que las
expresan de modos diferentes. Además, en la vinculación con sus mascotas, los
niños aprenden que la comunicación entre los seres vivos no solo depende de las
palabras, sino que existen diversas formas de comunicarse.
Se les puede exigir a los niños cumplir con algunas responsabilidades
frente al cuidado de sus animales. Se les puede exigir ser responsables con las
tareas y actividades a las cuales ellos se comprometieron al asumir su mascota,
las cuales fueron evaluadas en familia y aparecen adecuadas de asumir de
acuerdo al nivel de desarrollo del niño. Pero no se les puede exigir hacerse
cargo de todo lo que significa tener una mascota en la casa, ya que no se
encuentran preparados para asumir todo lo que está relacionado a su cuidado,
pudiendo convertirse así en una experiencia muy dañina, tanto para la mascota
como para el niño y su familia.
Las mascotas no deben ser
vistas como herramientas paliativas para un problema o como juguetes para
solucionar dificultades internas de la familia. La decisión de integrar una
mascota a una familia debe ser tomada a conciencia, ya que el cuidado de ellas
requiere de trabajo, organización y compromiso por parte de la familia. Si la
familia se encuentra atravesando una crisis importante, es imposible que esté
en condiciones de hacerse cargo de otro ser vivo, por lo que la incorporación
de una mascota puede convertirse en un estresor, más que en un elemento
beneficioso.
Los niños aprenden desde pequeños a leer las necesidades de su mascota y
a responder acorde a lo requerido, lo cual favorece el desarrollo de la comunicación a través de lo no verbal con otros seres vivos, y a la vez apoya
el desarrollo de la empatía, ya que el niño es capaz de ponerse en el lugar de
su mascota cuando tiene sed o no le gusta que lo bañen, y así va desarrollando
habilidades relacionales básicas.
En el caso de los adultos
mayores
Los adultos también se ven
beneficiados al tener una mascota. Muchas veces al tener una mascota, se
permiten demostrar afectos y emociones que con sus iguales no se permitirían.
Adicionalmente, las mascotas
son de gran apoyo en los ancianos e incluso cumplen funciones terapéuticas. Evitan
el sedentarismo al exigir que el adulto mayor desarrolle actividades como
sacarlos de paseo o llevarlos al veterinario. Por otra parte, el tener que
cumplir rutinas de cuidado con el animal, les permite mantenerse activos.
Las mascotas también suplen deterioros físicos de los adultos mayores,
tales como los auditivos: les avisan si suena el teléfono o si alguien llama a
la puerta. Lo anterior repercute en la seguridad y confianza del adulto mayor,
ya que se siente protegido por su mascota.
Finalmente, los adultos
valoran la incondicionalidad de su mascota y se sienten acompañados por ellos
en espacios de soledad y desesperanza. Una parte relevante es el apoyo a nivel
anímico que brindan las mascotas a los adultos mayores. Los hace sentirse
acompañados y que le importan a alguien; les brindan alegrías que los aleja del
fantasma de la depresión y la soledad. Es más, se ha visto que muchas veces
disminuyen las quejas somáticas de los adultos mayores al tener una mascota.
¡ Anímate a adoptar !.
“Si
tener alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, los animales
son mejores que muchos humanos.”
James Herriot.
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