¿Goza usted de una posición de
poder?
¿Ejerce un buen uso?
¿El poder ejerce encanto sobre
usted?
¿Cómo concibe el poder: para
ejercer influencia o para controlar a los demás?
¿El poder que ostenta le ha sido
otorgado o nace de su interior?
¿Se siente poderoso?
¿Su estilo de ejercer el poder
contribuye a la obtención de los resultados y metas esperados por usted y su
organización?
Una de las motivaciones más
fuertes del ser humano es la búsqueda del poder. Búsqueda relacionada con el
deseo de controlar o transformar el entorno y las situaciones que le rodean. Pero
¿Qué entiende normalmente la gente por poder?
Muchas personas asocian el poder
con la posición, otros con la capacidad de dominar a otros, algunos con
ambición desmedida, piensan que el poder corrompe por ser malo, otros hablan de
poder bueno y de poder malo. Pero más allá de las consideraciones sobre el
poder, éste no es ni bueno ni malo, ni positivo ni negativo por sí mismo. El
poder es neutro. El cómo las personas lo usan es lo que establece la
diferencia.
El poder puede ser benéfico o destructor,
según cómo se emplee y para los fines que se use; puede ser usado con respeto
por los demás, como un instrumento para construir.
Algunos gerentes ven el poder
como un recurso que la empresa les confiere a través de la embestidura del cargo,
para controlar, imponer sus ideas, ejercer la autoridad de la posición para
hacer cumplir los requerimientos, pero esta noción del ejercicio del poder ha
perdido vigencia y efectividad. La gente de hoy no se conforma con recibir y
cumplir órdenes, es más exigente desde el punto de vista de la responsabilidad
social empresarial, legal y laboral, más demandante, pues el mandamás ya no
funciona.
El poder basado en un liderazgo
más participativo, que propicia el consenso, la creación de alianzas y las
negociaciones creativas, es el estilo de poder de un verdadero líder. Un poder
que incluye la comunicación y el dialogo como vía para la concertación y la
solución de conflictos. Un poder ejercido desde el liderazgo como instrumento
de influencia orientada al logro de los objetivos comunes y el enfoque y la
acción dirigida al logro de los objetivos empresariales, sin perder de vista las
necesidades de las personas.
Aprender a usar el poder para
liderar, generar influencia para conseguir resultados con base a objetivos
compartidos, requiere aprender a usar la capacidad de movilizar la energía
propia hacia esos objetivos compartidos definidos, con el fin de transformar el
entorno, lo cual demanda el desarrollo de destrezas y habilidades para el
liderazgo. El desarrollo de la capacidad para liderar, provee a la persona de
la estructura, el sentido y la orientación para que exprese su poder hacia el
logro de los resultados propuestos. Crecer en liderazgo implica un proceso de
crecimiento personal, que se relaciona con la formación y el desarrollo del carácter,
que se forja desde adentro hacia fuera, desde la claridad de los procesos
personales del líder, desde la conciencia de su interioridad.
El poder practicado utilizando el
liderazgo como expresión, se enuncia bajo la filosofía de servicio, otorgando respeto
al otro, dando como resultado la sinergia y la interdependencia; el fomento del
autocontrol, la autonomía y el trabajo en equipo.
Y debemos recordar que la
autoridad se destruye cuando el líder, debiendo usar el poder, no lo ejerce,
mostrándose como incompetente y falto de carácter y, por esa vía, incumpliendo
no solo con los objetivos de
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