¿Cómo ser un líder ético?
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Una cultura empresarial basada en
la ética deriva en efectos positivos para la empresa, y ello requiere de una política
que establezca pautas y procedimientos éticos. Los líderes que actúan
éticamente tienen más probabilidades de atraer a los mejores empleados y
clientes. Ser el ejemplo correcto para los colaboradores ayuda a crear un
entorno que alimenta a una buena cultura corporativa y que motiva a los empleados
a desempeñarse mejor y de forma más innovadora.
La actuación del líder influye
directamente en la formación de la cultura empresarial. Actuando de forma ética
logrará forjar una cultura dominada por la confianza, el sentido de la
responsabilidad y el respeto hacia las demás personas.
Es necesario lo siguiente:
1. Definir los valores de la empresa,
estableciendo un código de ética, donde se establecen reglas sobre el
comportamiento que se espera de ellos y cómo conducir en las áreas éticas
grises (Son consideradas áreas grises aquellas acciones realizadas por la
empresa de manera legal pero que no necesariamente son correctas) y es aquí
donde el líder debe actuar en conciencias y saber que la ética va más allá de lo
legal. Este conocimiento se deriva de las declaraciones de misión y visión.
Cuando las personas entienden por qué el comportamiento ético importa, es más
probable que actúen en consecuencia.
Lo valores comunicados en el código
de ética, deben abarcar desde el nivel más alto de la compañía hasta la base de
la pirámide organizacional. El código debe quedar claro para todos los
empleados y todos los niveles, reforzándose con capacitaciones permanentes y
debe tener permanente revisión y a medida que la empresa crece, este se ajusta.
2. Adoptar transparencia en la
toma de decisiones y las comunicaciones. Una buena práctica es tener una política
de puertas abiertas y reuniones personales regulares para que los colaboradores
puedan dar sugerencias y puntos de vista. Ellos se darán cuenta que sus
opiniones son bienvenidas y valoradas, generando confianza y cultivando un
entorno respetuoso dentro de la empresa.
3. Todos los colaboradores deben
cumplir las expectativas éticas, sin excepción al cargo. Nadie puede quedar
exento de cumplir con los estándares éticos establecidos. Todos deben hacerse
responsables de su conducta, especialmente los líderes de cada departamento y
gerentes de alto perfil. Es el deber ser de la empresa.
4. Reconocer y recompensar
ejemplos de comportamiento ético. Se debe ser un líder proactivo no solo es
enfatizar en la prevención. Aplauda las elecciones éticas positivas y recompense
a los colaboradores que tienen el valor de admitir un error y aprender de
ellos.
Ser un líder significa adoptar
altos estándares éticos en su vida profesional y familiar, debe tratar a los
demás con respeto y autenticidad. Es necesario tener la disposición de exponer
con honestidad las decisiones éticas difíciles. No debe sentir miedo de
democratizar la toma de decisiones y pedir opiniones y sugerencias a sus
colaboradores. Compartir y delegar tareas empodera y motiva a su equipo.
La complejidad actual del mundo y
la evolución de los sucesos globales, hacen que las empresas requieran de
lideres que, lejos del populismo y el ego exaltado, busquen llevar a las
empresas a una mejor versión de si mismas, a la reflexión más que a la acción precipitada,
a trabajar de manera colectiva y no individual, a elevar la conciencia de los
colaboradores, y sobre todo a proponer beneficios para la colectividad más que
personales. Es resumen se necesitan de lideres que sean capaces de poner en
práctica día a día la ética y los valores.
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