La motivación es una técnica que se
basa en mantener a las personas con un alto estímulo, donde puedan desarrollar
actitudes positivas, para mejorar su desempeño. Lo más importante, es conocer
los objetivos y motivaciones. Así puede conducirse al éxito, y una persona con
éxito aporta más en su hogar, en su empresa y en su entorno.
Nunca permita que lo comparen
entre sí. La comparación es la mayor causa de frustración que puede haber. Cada
persona trabaja de un modo diferente, a un ritmo diferente, y con unos
objetivos diferentes.
Interésese por las personas. Que sus
compañeros de trabajo sepan que cuentan con usted, que no es un número más,
que no es ‘una fotocopias’ sino ‘Juan, Luis, Maria o Pedro’, y que es un ser
humano con sus alegrías y sus problemas. Que la empresa se humanice empezando
por usted, esto crea un vínculo emocional más grande que fideliza al trabajador
con la empresa y motiva a los jefes.
Es importante que en la oficina
haya un buen sentido del humor. No se trata de contar chistes constantemente,
pero es mejor unas risas de vez en cuando que el silencio de una biblioteca.
Comparta en las actividades de
equipo, y si son de ejercicio físico, mejor. El hacer actividades fuera de la
oficina, personaliza el trato entre los compañeros. Así se humaniza a las
personas que parecen tan seria o que siempre están tristes, y esa confianza
puede ayudar a que los mismos compañeros acaben motivándose entre sí.
Seguridad. La seguridad es más
que necesaria en el campo laboral. Si queremos concentrarnos en nuestras tareas, tenemos que saber que nuestro
puesto no corre peligro, que lo estamos haciendo bien, y que está valorado.
Saber que tiene trabajo, que cobrará a final de mes, y que podrá ir
consiguiendo sus objetivos, hará que focalice su energía en la empresa, y no la
pierda lamentándose o buscando otro trabajo.
El punto justo antes de la
autorrealización, que es la cúspide de la pirámide de Maslow, es el
reconocimiento. Pequeñas dosis de reconocimiento son como el agua que alimenta
una planta. Una palmadita en la espalda en el momento adecuado es una inyección
de optimismo y seguridad que brinda al trabajador más ganas de trabajar y de
trabajar mejor. Un aumento de sueldo en un momento concreto, un reconocimiento
público al lograr un gran objetivo, y si usted está haciendo su trabajo bien,
siempre vendrá el reconocimiento cuando menos lo piense.