¿Cómo
prevenir y tratar el estrés laboral?
Lina Toro
Hoy en día se reconoce que el estrés laboral es uno de los principales
problemas para la salud de los trabajadores y el buen funcionamiento de las
entidades para las que trabajan.
Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado,
ser menos productivo y tener menos seguridad laboral; además, la entidad para
la que trabaja suele tener peores perspectivas de éxito en un mercado
competitivo.
El estrés puede ser ocasionado por problemas domésticos o
laborales. Por lo general, los
empleadores no pueden proteger a sus empleados contra el estrés originado fuera
del trabajo, pero sí pueden protegerlos contra el estrés derivado de su
actividad laboral.
El estrés laboral puede suponer un auténtico problema para
la entidad y
para sus trabajadores. Una buena
gestión y una
organización adecuada del
trabajo son la
mejor forma de prevenir el estrés. Si un empleado sufre estrés, su
jefe debería ser
consciente de ello y saber cómo ayudarle.
El estrés laboral o estrés en el trabajo es un tipo de estrés propio de
las sociedades industrializadas, en las que la creciente presión en el entorno
laboral puede provocar una saturación adversa
física o mental para el trabajador, generando diversas consecuencias que
no sólo afectan su salud, sino también a
la de su entorno más próximo.
El estrés laboral aparece cuando las exigencias del entorno superan la
capacidad del individuo para hacerles frente o mantenerlas bajo control, y
puede manifestarse de diversas formas. Algunos de sus síntomas más frecuentes
van desde la irritabilidad a la depresión, y por lo general están acompañados
de agotamiento físico y/o mental.
Además, el estrés en el trabajo está asociado con una reducción de la
productividad de las empresas y un descenso de la calidad de vida de aquellos
que lo sufren, consiguiendo incluso ser motivo de baja laboral en los casos más
graves, por lo que es conveniente aprender cómo combatirlo, y conocer técnicas
eficaces para su manejo.
Causas
del estrés laboral
Una mala organización del trabajo, es decir, el modo en que se definen
los puestos y los sistemas de trabajo, y la manera en que se gestionan, puede provocar
estrés laboral.
El exceso de exigencias y presiones o la dificultad para controlarlas
pueden tener su origen en una definición inadecuada del trabajo, una mala
gestión o la existencia de
condiciones laborales insatisfactorias. Del mismo
modo, estas circunstancias pueden hacer que el trabajador
no reciba suficiente apoyo de los demás, o no tenga suficiente control sobre su
actividad y las presiones que conlleva.
Otras causas muy comunes son los
sueldos bajos, la sobrecarga laboral, las pocas oportunidades de promoción, los
trabajos que no implican o suponen un reto.
Pautas para reducir el
estrés laboral:
Antes de llegar a su
trabajo
Organizar el día de trabajo: Es importante que por la mañana, antes de
salir de su casa, esté preparado con todo lo que necesitará llevar a la
oficina. Para ello, puede repasar
mentalmente para comprobar que tiene todo lo que requiere. De esta forma
evitará tener que regresar, a mitad de camino del trabajo, a su casa lo que le
puede causar lógicamente mucho estrés.
Levantarse más temprano: Es aconsejable levantarse 10 minutos más
temprano de lo normal para tener un tiempo extra que le permita completar sus
tareas matutinas sin tener que apresurarse.
No distraerse en la mañana: Cuando está preparándose para salir a su
trabajo, debe evitar encender la televisión y contestar el teléfono. Ambas actividades lo distraerán y le harán
llegar tarde.
En
el trabajo
Establecer una rutina de trabajo: Es importante tener una rutina de
trabajo. Para ello, puede planificar, con la ayuda de alguna agenda de
escritorio, un programa semanal y diario de trabajo. Puede hacer, incluso, una lista de sus
actividades pendientes, pero vigile que ésta no sea demasiado larga, de lo
contrario puede desalentarle, desmotivarle y hasta causarle el estrés
negativo. Tampoco resulta conveniente tratar
de hacer demasiadas cosas a la vez.
Poner prioridades y hacer lo esencial primero: Si trabaja con una lista
de actividades, usted podrá realizar lo más importante primero e inclusive
abordar enseguida tareas de la lista que más le disguste, ya que una vez
realizada se sentirá gratificado.
Reservar media hora al día para los imprevistos: Si ocurre algún
imprevisto y cuenta con media hora, puede manejar la situación mejor que cuando
no dispone con tiempo para ello.
Delegar cuantas más tareas mejor y no cargue usted con todo: Si usted
puede delegar, hágalo. Si no puede delegar; pida ayuda.
Controlar el teléfono: Si ha de realizar varias llamadas, trate de
agrúpelas todas juntas. Si no quiere ser molestado, utilice un contestador automático
y desconecte el celular.
Organizar su escritorio o lugar de trabajo: Si tiene un escritorio
repleto de papeles sin orden, se sentirá desorientado y con estrés. Es
necesario organizar su mesa, disponer de bandejas de entrada, salida y
pendientes, y colocar a mano lo que necesite. Debe tener bolígrafos y recambios
a mano y debe desechar los que ya estén gastados.
Tomar tiempo para pensar: Muchas veces por tratar de terminar más
rápido, no tomamos el tiempo necesario para analizar y hasta reflexionar sobre
las actividades que estamos realizando. Esta situación puede ocasionar que
cometamos más errores lo cual reduce nuestra eficiencia y productividad. Es importante tomar unos momentos para
pensar, esto le dará la oportunidad de actuar con mayor conciencia y por tanto
reaccionará en cada situación de la forma más adecuada. Una pausa a su debido
tiempo también le permitirá saber decir que "no" y evitar así
comprometerse con demasiados asuntos a la vez.
Tomar un descanso: Si trabajamos horas tras horas sin parar no sólo
puede disminuir nuestra capacidad para concentrarnos y nuestras habilidades
sino también puede perjudicar nuestra salud.
Muchas oficinas tienen sillas que no son las más adecuadas lo que causa
que los trabajadores tengan una mala postura durante muchas horas.
Para reducir el cansancio mental y el impacto de la mala postura, es
importante tomar un descanso al menos una vez cada hora. Para ello, conviene
levantarse, estirarse y caminar por la oficina. No es recomendable comer en el
escritorio. Tómese un tiempo para la
comida Todo ello contribuirá a aumentar
su productividad y, a la vez, reducirá el estrés.
Evitar los nervios cerca de un plazo límite : Para evitar los nervios
que ocasiona encontrarse cerca de un plazo límite, se recomienda comenzar desde
temprano el proyecto y esforzarse en forma consciente, cada día, de manera tal
que cuando esté llegando a la fecha del plazo usted tenga su proyecto lo más
terminado posible. Esto le ayudará a
sentirse más confiado y con menos estrés.
En la casa
Desconectarse del trabajo No piense que si lleva trabajo a su casa será
más productivo, ya que, por lo general, es justamente lo contrario. En muchos
casos, se sentirá agobiado y con estrés.
Mantenga el trabajo y el hogar separados. Es esencial saber invertir un
tiempo "propio" en la familia. Si dedica su tiempo de ocio a
relajarse, volverá al trabajo renovado y podrá prestarle la mayor atención.
Para concluir es importante mencionar lo grave de los efectos producidos
por el estrés, los riesgos que implica para las personas y lo extendida que
esta dicha enfermedad, se habla que es una enfermedad silenciosa que está
matando a muchas personas en el mundo, la vida acelerada la competitividad en
empleos, ciudades muy peligrosas, son causantes de algunos de estos problemas,
también nos damos cuenta que no dedicamos tiempo suficiente para recreación,
salud mental. Meditación, ejercicio físico para mejorar nuestra salud.
“Cuando te despiertes en
la mañana, piensa qué precioso privilegio es estar vivo respirar, pensar,
disfrutar, amar.”
Marcus Aurelius.
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