La flexibilidad estratégica, es considerada como el primer paso para que la adaptación a los
cambios del entorno pueda llegar a producirse. El dinamismo de los entornos y
las dificultades para mantener la ventaja competitiva, provocan que las
empresas valoren la flexibilidad estratégica como uno de los principales
imperativos actuales para triunfar en un determinado sector.
Se concibe la
flexibilidad estratégica como la habilidad de mantener y ejecutar un amplio
abanico de opciones estratégicas, con el que la organización pueda responder a
diversas exigencias del entorno.
De esta forma,
desarrollar habilidades para la flexibilidad estratégica, conlleva disponer de
una amplia variedad de capacidades que permitan entender la naturaleza de los
cambios en el entorno, así como conseguir la suficiente velocidad de reacción
para que estas capacidades puedan ser activas de acuerdo con el ritmo que
imponen los agentes externos. Es por ello, que la terea administrativa de
flexibilidad es definida como una combinación entre variedad y velocidad de las
capacidades organizacionales.
La conjunción entre la
dimensión temporal y la dimensión intencional da lugar a cuatro maniobras
estratégica (preventiva, protectora, correctiva y explotadora) , cuyos
conceptos característicos son los que se detallan en cada una de las celdas.
La estratégica de flexibilidad preventiva, sucede cuando la organización pretende precipitarse a
las transformaciones ocurridas en el entorno, tratando de sorprender a los
competidores y dictando nuevas reglas de competición en su entorno estrategias
tales como: (Sorprender a los clientes, Agregar valor extra más allá de
tus productos o servicios, Eliminar las barreras de compra y el riesgo de sus
clientes, Ponerle personalidad a su marca y construir una comunidad que
comparta sus valores).
Las características de
la flexibilidad preventiva son la versatilidad (facilidad para adaptarse a
diversas funciones) y la agilidad (rapidez con que despliega las distintas
acciones alternativas)
La estrategia de
flexibilidad explotadora. Sucede cuando la organización implanta un conjunto de
acciones, una vez que se ha producido la alteración del entorno, pretendiendo
aprovechar las oportunidades de reaccionar rápidamente. Esta alternativa suele
ser frecuente en empresas de alta tecnología, donde las futuras situaciones no
pueden ser previstas,
En la estrategia de
flexibilidad explotadora, la liquidez y la elasticidad se establecen como
condiciones necesarias, para que la organización pueda explotar las oportunidades
que se presentan en el entorno.
La estrategia de
flexibilidad protectora, con la que la organización se prepara a futuros
cambios, de forma que los daños que se deriven sean mínimos para la
organización. Se trata de conseguir cierto grado de robustez para resistir o
impedir los daños derivados de los cambios del entorno, así como recobrar la
situación de origen en poco tiempo.
La estrategia de
flexibilidad correctiva se refiere a la capacidad regenerativa necesaria para
recobrar la situación inicial, aprendiendo de los errores y sufragando los
daños ocasionados por una alteración del entorno. Es importante comentar el
esquema deriva de las dimensiones variedad y velocidad de las capacidades para
la flexibilidad, desencadenando una clasificación de los ámbitos de la
flexibilidad.
Como resumen podemos
decir que de las maniobras propuestas para que la organización enfrente el
entorno la flexibilidad estratégica se clasifica
Si la estrategia ofensiva
las maniobras serán preventivas y exploratorias
Si la estrategia defensiva
las maniobras serán protectoras y correctivas
Por tanto, una
organización debe poseer una combinación de capacidades que le permitan
ejercitar las cuatro maniobras anteriores, dado que todas ellas pueden ser
necesarias para responder a las exigencias del entorno.
Las maniobras
preventivas engloban un conjunto de actuaciones encaminadas a dotar a la
organización de un amplio rango de opciones estratégicas, así como generar las
capacidades necesarias para abordar cada opción. SE trata de una alternativa
para preparar a la organización ante imprevistos futuros, en los que pueda
actuar para aprovechar tal oportunidad o amenaza. En cambio, las maniobras
protectoras, aunque también se clasifican por su carácter anticipador, sólo se
orientan al logro de un nivel de robustez en la organización que permita
disminuir el impacto de tales imprevistos. En este sentido una empresa no
plantea actuar para obtener rendimiento de la situación.
Una empresa, en la
fase de pensamiento estratégico, debe considerar si es necesario incrementar su
nivel de flexibilidad, y si lo encuentra necesario, cuál es el enfoque más
efectivo a seguir, para lo cual se puede seguir los 14 pasos que presentamos en
pantalla
1. Identificar los potenciales cambios
en el entorno.
2.
Evaluar
la gravedad de cada uno de ellos.
3.
Considerar
las opciones de flexibilidad.
4.
Analizar
otros métodos para copiar los cambios medio ambientales.
5.
Diversificación.
6.
Inversión.
7.
Reducción
del compromiso especializado.
8.
Flexibilidad
de recursos.
9.
Desarrollar
un núcleo de capacidades dinámicas.
10. Enfocar y desarrollar el capital
humano.
11. Usar efectivamente nuevas
tecnologías.
12. Implantar estrategias valiosas.
13. Desarrollar nuevas estructuras
14. Desarrollar una cultura
organizacional
Es por ello por lo que
no sería posible determinar un conjunto de medidas que aseguren un nivel
adecuado de flexibilidad estratégica para toda organización. El entorno y las
características organizacionales de cada empresa, determinan un nivel necesario
de flexibilidad estratégica y unas herramientas aceptables para cada situación.
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