jueves, 6 de julio de 2017

Tipos de familia según su comportamiento financiero

Tipos de familia según su comportamiento  financiero


Familias Soñadoras



Viven soñando y fantaseando en el futuro, aparentando, se afanan por enriquecerse, ser rico es una obsesión, no maduran, no hacen nada concreto para lograr sus sueños, viven pensando: “algún día; si yo tuviera dinero”, tienen deudas y no las enfrentan; viven en una burbuja, no quieren tomar decisiones, viven buscando, esperanzados en encontrar el tesoro de la isla, porque la ambición no se sacia. Siempre quieren, pero nunca alcanzan y si alcanzan quieren más y difícilmente encontrarán la satisfacción total.
Sueñan con ser ricas o aparentan ser pobres siendo ricos. Se deprimen fácilmente porque viven comparándose con los demás, no disfrutan lo que tienen hoy por estar pensando en lo que desean para mañana, se afanan por ser ricos, pero nunca llegan a estar satisfechos, nada los sacia, viven buscando el éxito, pero un éxito tangible y cuantitativo, estas familias viven endeudadas y deben dinero a mucha gente, porque no quieren aceptar su realidad y no aprender a vivir dentro de sus limitaciones, hacen creer a su familia que todo está bien, aunque estén en la peor de las crisis, confundiendo optimismo con realismo, pues les avergüenza que otros vean lo que son.


Familias que viven Desoladas





Viven con escasez y limitaciones tangibles y cuantitativas. Pero lo poco que tienen lo aprovechan, a pesar de que viven, como popularmente se dice: “dinero ganado, dinero gastado”, lo pasan bien. Pasan frio en la noche y se sofocan de día. No llueve… cuesta caminar… pero no es imposible hacerlo.
El desierto les hace madurar. No pidieron nacer en el desierto, pero ahí viven y hacen producir la tierra. Cuando brota el agua la disfrutan y la comparten. No se quejan del clima, lo aprovechan. No se quejan de la tierra la exploran, y la hacen producir. No hay nada que perder y mucho que ganar. Estas familias buscan ayuda, no se estacionan en el desierto, lo penetran, no le temen, lo desafían, lo enfrentan de maneras creativas.
Fundan negocios, son esforzados, están dispuestos a no desfallecer en el desierto. Estas personas son más cautas antes de endeudarse, y han aprendido a vivir modestamente, aunque a veces pueden caer en la tentación de enredarse financieramente para llenar un vacío material. Sin embargo, luchan por salir adelante y muchos lo logran.


Familias que viven en jolgorio




Viven el hoy y creen que la felicidad es vivir para el cuerpo, y los placeres que tienen por delante. A veces con mucho dinero, a veces con menos dinero. Tienen el “hábito” de no tener “hábitos sanos”. No ahorran; no planean; siempre andan pensando: ¿mañana? no sabemos cómo le vamos a hacer, lo importante es vacilar, rumbear, disfrutar el presente. Podría parecer que no toman nada en serio: “No te preocupes… tranquilo… si no quieres estudiar no importa…. Ahí verá cómo se la juga después”. Todo es temporal. Nadie puede gastar su dinero indiscriminadamente sin sufrir las consecuencias. Ya que quienes despilfarran no tienen futuro.
Al final no es lo que realmente quieren y sufren en silencio, pues no encuentran como salir del jolgorio por temor a lo que se pueden encontrar en su realidad como familia. Muchas veces tratan de tapar con dinero sus luchas familiares o tensiones emocionales, piensan que todo lo quieren para ellos y es el principal receptor, lo cual es una concepción individualista y egoísta. Pero además no sólo lo quiere para sí, sino que lo quiere ya. Por lo que no planifica ni visiona, sino que vive el momento y procura un placer inmediato. Quiere más con el menor esfuerzo posible. Estas son personas muy consumistas y gastan mucho pero pensando solamente en ellos mismos.

Familias que viven en la ficción



Sufren día a día. Pueden tener mucho o poco dinero, pero su salud financiera se ve alterada por factores no financieros. Hay de todo y viven mucho dolor por decisiones de ellos o de otros, pueden experimentar abandono, pleitos, agresiones, vicios, desventuras amorosas, homicidios, delitos, mentiras, negocios oscuros.

Viven en una trama de problema tras problema, no buscan cómo salir. Y lo peor: llegan a creer que ese es su destino. ¡Mentira! Muchos mueren y dejan tras de ellos una historia que nunca decidieron cambiar. Les cuesta buscar ayuda. Algunos logran romper esos ciclos de violencia, heridas y malas decisiones. Tienen problemas fuertes en los valores que viven, para ello todo es relativo y hasta normal. Sólo crisis muy fuertes los hace volver en sí, y cambiar de rumbo.

Familias que viven una Aventurera




Buscan no el éxito monetario sino la plenitud. Son balanceados y equilibrados, no se van a los extremos. Su sanidad financiera no necesariamente es tangible ni cuantitativa, sino que es un estado que se experimenta a partir del bienestar cualitativo. Prefieren tener paz en lugar de “cosas que se han comprado”, se valora más la libertad financiera que los logros materiales, viven con satisfacción el servir a los demás. Se enfocan en aspectos no fácilmente
Esta es una familia enfocada. Su aventura puede ser un negocio propio, estudiar, viajar, ayudar a otros, no importa su aventura. Ellos disfrutan el recorrido. Tienen una visión de familia, un proyecto de vida individual y conjunto. Ahí enfocan su energía y sus recursos, sean pocos o muchos. La riqueza material no es lo importante. Tienen un plan a seguir, tienen mapas guía, usan brújula, evalúan el terreno y el camino, cuidan la salud de los viajeros. La familia se apoya en las buenas y en las malas. Hay accidentes pero los superan. De ser necesario, pueden cambiar los planes, no son obsesivos, no sacrifican ni comprometen a la familia por la aventura. Si es necesario sacrifican la aventura pero nunca su familia. Todos participan en el viaje; usan sus virtudes, sus conocimientos y sus talentos. A veces se lastiman, pero se perdonan, planean lo que quieren.
En ruta a la aventura, se pueden desviar, pero juntos reencuentran el camino. Disfrutan el viaje. Hay cansancio, sacrificio, diferencias, pero todos están comprometidos con lograr sus metas. No sólo sueñan, sino que se mueven hacia ese sueño.
Lo importante no es el tamaño de la casa, ni el tamaño del auto, ni el paseo de vacaciones, ni los logros aparentes; su tesoro está en el disfrute del momento y no el destino. Su tesoro es la compañía y no la riqueza. Su tesoro está adentro y no afuera. Su corazón está donde está su tesoro, y su tesoro es su familia a quienes ama.


1 comentario:

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