Tipos de familia según su comportamiento financiero
Familias Soñadoras
Viven soñando y fantaseando en el futuro, aparentando, se
afanan por enriquecerse, ser rico es una obsesión, no maduran, no hacen nada
concreto para lograr sus sueños, viven pensando: “algún día; si yo tuviera
dinero”, tienen deudas y no las enfrentan; viven en una burbuja, no quieren
tomar decisiones, viven buscando, esperanzados en encontrar el tesoro de la
isla, porque la ambición no se sacia. Siempre quieren, pero nunca alcanzan y si
alcanzan quieren más y difícilmente encontrarán la satisfacción total.
Sueñan con ser ricas o aparentan ser pobres siendo ricos. Se
deprimen fácilmente porque viven comparándose con los demás, no disfrutan lo
que tienen hoy por estar pensando en lo que desean para mañana, se afanan por
ser ricos, pero nunca llegan a estar satisfechos, nada los sacia, viven
buscando el éxito, pero un éxito tangible y cuantitativo, estas familias viven
endeudadas y deben dinero a mucha gente, porque no quieren aceptar su realidad
y no aprender a vivir dentro de sus limitaciones, hacen creer a su familia que
todo está bien, aunque estén en la peor de las crisis, confundiendo optimismo
con realismo, pues les avergüenza que otros vean lo que son.
Familias que viven Desoladas
Viven con escasez y limitaciones tangibles y cuantitativas.
Pero lo poco que tienen lo aprovechan, a pesar de que viven, como popularmente
se dice: “dinero ganado, dinero gastado”, lo pasan bien. Pasan frio en la noche
y se sofocan de día. No llueve… cuesta caminar… pero no es imposible hacerlo.
El desierto les hace madurar. No pidieron nacer en el desierto,
pero ahí viven y hacen producir la tierra. Cuando brota el agua la disfrutan y
la comparten. No se quejan del clima, lo aprovechan. No se quejan de la tierra
la exploran, y la hacen producir. No hay nada que perder y mucho que ganar.
Estas familias buscan ayuda, no se estacionan en el desierto, lo penetran, no
le temen, lo desafían, lo enfrentan de maneras creativas.
Fundan negocios, son esforzados, están dispuestos a no
desfallecer en el desierto. Estas personas son más cautas antes de endeudarse,
y han aprendido a vivir modestamente, aunque a veces pueden caer en la tentación
de enredarse financieramente para llenar un vacío material. Sin embargo, luchan
por salir adelante y muchos lo logran.Familias que viven en jolgorio
Viven el hoy y creen que la felicidad es vivir para el
cuerpo, y los placeres que tienen por delante. A veces con mucho dinero, a
veces con menos dinero. Tienen el “hábito” de no tener “hábitos sanos”. No
ahorran; no planean; siempre andan pensando: ¿mañana? no sabemos cómo le vamos
a hacer, lo importante es vacilar, rumbear, disfrutar el presente. Podría
parecer que no toman nada en serio: “No te preocupes… tranquilo… si no quieres
estudiar no importa…. Ahí verá cómo se la juga después”. Todo es temporal.
Nadie puede gastar su dinero indiscriminadamente sin sufrir las consecuencias.
Ya que quienes despilfarran no tienen futuro.
Al final no es lo que realmente quieren y sufren en silencio,
pues no encuentran como salir del jolgorio por temor a lo que se pueden
encontrar en su realidad como familia. Muchas veces tratan de tapar con dinero
sus luchas familiares o tensiones emocionales, piensan que todo lo quieren para
ellos y es el principal receptor, lo cual es una concepción individualista y
egoísta. Pero además no sólo lo quiere para sí, sino que lo quiere ya. Por lo
que no planifica ni visiona, sino que vive el momento y procura un placer
inmediato. Quiere más con el menor esfuerzo posible. Estas son personas muy
consumistas y gastan mucho pero pensando solamente en ellos mismos.
Familias que viven en la ficción
Sufren día a día. Pueden tener mucho o poco dinero, pero su
salud financiera se ve alterada por factores no financieros. Hay de todo y
viven mucho dolor por decisiones de ellos o de otros, pueden experimentar
abandono, pleitos, agresiones, vicios, desventuras amorosas, homicidios,
delitos, mentiras, negocios oscuros.
Viven en una trama de problema tras problema, no buscan cómo
salir. Y lo peor: llegan a creer que ese es su destino. ¡Mentira! Muchos mueren
y dejan tras de ellos una historia que nunca decidieron cambiar. Les cuesta
buscar ayuda. Algunos logran romper esos ciclos de violencia, heridas y malas
decisiones. Tienen problemas fuertes en los valores que viven, para ello todo
es relativo y hasta normal. Sólo crisis muy fuertes los hace volver en sí, y
cambiar de rumbo.
Familias que viven una Aventurera
Buscan no el éxito monetario sino la plenitud. Son
balanceados y equilibrados, no se van a los extremos. Su sanidad financiera no
necesariamente es tangible ni cuantitativa, sino que es un estado que se
experimenta a partir del bienestar cualitativo. Prefieren tener paz en lugar de
“cosas que se han comprado”, se valora más la libertad financiera que los
logros materiales, viven con satisfacción el servir a los demás. Se enfocan en
aspectos no fácilmente
Esta es una familia enfocada. Su aventura puede ser un
negocio propio, estudiar, viajar, ayudar a otros, no importa su aventura. Ellos
disfrutan el recorrido. Tienen una visión de familia, un proyecto de vida
individual y conjunto. Ahí enfocan su energía y sus recursos, sean pocos o
muchos. La riqueza material no es lo importante. Tienen un plan a seguir,
tienen mapas guía, usan brújula, evalúan el terreno y el camino, cuidan la
salud de los viajeros. La familia se apoya en las buenas y en las malas. Hay
accidentes pero los superan. De ser necesario, pueden cambiar los planes, no
son obsesivos, no sacrifican ni comprometen a la familia por la aventura. Si es
necesario sacrifican la aventura pero nunca su familia. Todos participan en el
viaje; usan sus virtudes, sus conocimientos y sus talentos. A veces se lastiman,
pero se perdonan, planean lo que quieren.
En ruta a la aventura, se pueden desviar, pero juntos
reencuentran el camino. Disfrutan el viaje. Hay cansancio, sacrificio, diferencias,
pero todos están comprometidos con lograr sus metas. No sólo sueñan, sino que
se mueven hacia ese sueño.
Lo importante no es el tamaño de la casa, ni el tamaño del
auto, ni el paseo de vacaciones, ni los logros aparentes; su tesoro está en el
disfrute del momento y no el destino. Su tesoro es la compañía y no la riqueza.
Su tesoro está adentro y no afuera. Su corazón está donde está su tesoro, y su
tesoro es su familia a quienes ama.
Excelente artículo puede servir de espejo la ubicar su realidad...
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