Lina
P Toro
El estrés es la base de
muchas enfermedades e innumerables consultas médicas tienen este origen.
El ritmo de vida frenético que seguimos
convierte al estrés en el mal de nuestra sociedad. Los expertos advierten de
los efectos devastadores del estrés, la ansiedad y la depresión en el cerebro,
aquí radica la importancia de
combatirlos con distintas actividades. Las técnicas basadas en la meditación
parecen ser las más efectivas.
El estrés es una respuesta
del organismo que pone al individuo en disposición de afrontar situaciones interpretadas como amenazas. El
estrés está cada vez más presente en nuestra vida diaria y tiene múltiples
efectos negativos para nuestra salud y forma de vida. Erradicar el estrés de
nuestra rutina se traduce en convertirnos en una sociedad más sana.
La tensión nerviosa ya es
parte de nuestras emociones diarias ¡Cuidado! Las consecuencias del estrés
impactan en nuestro estado de ánimo y en nuestra salud, por lo que es
importante que consideremos relajarnos
unos segundos al día.
De acuerdo con especialistas,
cuando la persona percibe una amenaza o se siente presionada, el hipotálamo
inicia un sistema de alarma en el cuerpo, a través del sistema nervioso y
hormonas como la adrenalina y el cortisol.
La adrenalina aumenta el
ritmo cardiaco, la presión arterial y aumenta el suministro de energía,
mientras que el cortisol favorece la producción de glucosa en la sangre, altera
las respuestas del sistema inmune, digestivo, reproductor y los procesos de
crecimiento.
Por ello, la frecuente
exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que merman la calidad
de vida de las personas como dolor de cabeza, piel seca, tic nervioso, así
como:
-
Obesidad y sobrepeso: Al estar en un
constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos altos en
calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales.
-
Pérdida del cabello: Esta es una de las
consecuencias más frecuentes del estrés,
ya que se presenta por el debilitamiento de los folículos pilosos o la ansiedad
de jalar el cabello para lidiar con los sentimientos negativos.
- Depresión: Las situaciones estresantes
aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la
tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza.
-
Reducción del deseo sexual: La producción
elevada de cortisol reduce la generación de las hormonas que alimentan la libido.
- Menstruación irregular: El estrés crónico
daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias
del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con
empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos.
-
Acné: Los altos niveles de cortisol que se
generan por el estrés aumentan la producción de aceites o grasas corporales, lo
que contribuye a la aparición de granos.
-
Úlceras: El estrés altera el sistema
digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo
cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares.
-
Insomnio: Se genera por la alteración del
sistema nervioso, lo que dificulta la concentración, genera irritabilidad y
falta de motivación.
- Disminución de fertilidad: Estudios recientes
revelan que las mujeres con altos niveles de la enzima llamada alfa-amilasa
tienen más dificultades para quedar embarazadas.
- Enfermedades cardiacas: El aumento del riesgo
cardiaco por el estrés equivale a fumar cinco cigarrillos por día, ya que la
tensión aumenta el nivel de hormonas en la sangre y acelera la presión
arterial.
Es importante proteger el cuerpo
y mente de las consecuencias del estrés a través de la identificación de lo que
nos genera tensión, así como practicar algunos métodos que ayuden a controlarlo
física y emocionalmente.
Todas las personas sufren de
estrés de vez en cuando y cada persona siente el estrés de forma diferente.
Algunas de las formas de lidiar con el estrés como gritar, golpear a alguien o
a una pared, no resuelven la situación. Sin embargo otras soluciones como
hablar con una persona en la que se confié, puede ser el comienzo para resolver
el problema o al menos hacernos sentir mejor.
Algunas formas de lidiar con
el estrés que nos genera el día a día son:
1.- Identifica los factores
de estrés:
Este paso es el más
importante, porque aquí identificamos todo lo que nos estresa en la vida para
después poderlo eliminar. Tomarnos 10 minutos para pensar en todo lo que nos
estresa en el día. Hacer una lista con todas las actividades que tenemos y
elimina las que más nos estresen.
2.- Eliminar compromisos
innecesarios:
Todos tenemos compromisos en
la vida, empezando por el trabajo, luego los hijos, la esposa (o), y la familia
entre otras. Eliminemos todos los que más nos estresen y que en realidad no
sean relevantes en nuestra vida.
3.- Desorganización:
Todos somos desorganizados
de alguna manera u otra. Incluso si organizamos algo y creamos un sistema para
mantener las cosas en un orden, siempre estas cosas se terminan moviendo. Sin embargo esta desorganización nos estresa
en términos visuales y nos impide buscar las cosas que necesitamos. Tomémonos
el tiempo que necesario para organizar nuestros pendientes empezando por
nuestro escritorio de trabajo y papeles en casa.
4.- Puntualidad:
Llegar tarde siempre nos
estresa. Todos tenemos que correr para estar listos, nos apresuramos para
llegar y el estrés siempre nos hace vernos mal. Aprender el hábito de ser
tempranero y el estrés desaparecerá.
Hacer un esfuerzo consciente para empezar a prepararnos antes, y para salir más
temprano. Medir el tiempo para ver cuánto realmente se necesita para estar
listos, y el que necesitamos para llegar a alguna parte. Una vez que conozcamos estos tiempos,
podremos planear antes y presentarnos 10 minutos más temprano cada vez.
5.- Control:
Controlar todo en la vida, pero actuando de
esta manera seguro nos estresaremos. Tratar de controlar las situaciones y la
gente, sólo sirve para aumentar nuestra ansiedad cuando no funciona. Aprender a
dejar ir, aceptar la forma en que otras personas hacen las cosas, y aceptar lo
que ocurre en diferentes situaciones. Lo único que nos puede controlar a
nosotros mismo, es trabajar en eso antes de pensar en tratar de controlar el
mundo. Aprender a dejar ir. Nuestra necesidad de controlar a los demás y las
situaciones que nos rodean es un paso importante hacia la eliminación del
estrés.
6.- Tareas múltiples:
Tener muchas tareas al mismo
tiempo puede parecer productivo en un principio pero en realidad nos estresa
porque nos impide terminar una tarea para empezar otra. Es muy fácil eliminar
este estrés de nuestra vida tan solo haciendo una tarea a la vez.
7.- Reducir el agotamiento:
Si ya analizamos el primer
paso y encontramos todos los factores que nos estresan en la vida, también
notaremos que algunas actividades nos agotan más que otras. Todos tenemos
actividades que nos agotan y sin embargo no tienen tanta importancia. Bueno,
pues todas esas actividades eliminémoslas de nuestra vida y veremos que
tendremos más energía.
Sabemos bien qué personas no nos agradan.
Temémonos unos minutos para pensar quienes especialmente son, ya sea
nuestro jefe, colegas, clientes o amigos.
¿Quién de todos ellos hace nuestra vida más complicada? Ignoremos a todas estas
personas y veremos que nuestra vida será más sencilla.
9.- Horarios:
Crear lapsos de tiempo más largos en nuestra vida.
No es necesario programar cada minuto de nuestra vida. Aprender a evadir
reuniones. Cuando alguien pregunta para programar una reunión, en primer lugar
tratar de que se haga a través de correo electrónico o por teléfono.
10.- Bajar la velocidad:
En lugar de apurarnos
aprender a tomárnosla suave. Disfrutar nuestras comidas, las personas que nos rodean y la naturaleza. Esto eliminará el
estrés de nuestra vida.
11.- Ayudar a otros.
Puede sonar contradictorio
añadir más tareas a nuestra vida tratando de ayudar a otras personas, pero si
tuviéramos que agregar algo, esto debería ser ayudar a los demás, ya sea como
voluntario para una organización de caridad o simplemente haciendo un esfuerzo
para ser compasivo hacia las personas que conocemos, no sólo nos da una
sensación muy buena, de alguna manera reduce nuestro nivel de estrés. Por
supuesto, esto no funciona si intentamos controlar a los demás, o ayudar a los
demás de una manera muy apresurada. Aprende a tomarlo con calma, disfrutar, y
dejar que las cosas sucedan a medida que trabajamos para hacer la vida de los
demás un poco mejor.
12.- Relajarnos:
Es importante tomarse un
mini-break (descanso), durante el día. Para todo lo que estemos haciendo por un momento, y darnos un masaje
en los hombros, cuello y cabeza. Estirarnos, caminar un rato y tomarnos un vaso
con agua.
13. Hacer deporte:
Muchas personas creen que
para eliminar el estrés tienen que dormir una semana seguida y eso no es así.
En realidad, una de las mejores formas que tenemos a disposición para quitarnos
el exceso de estrés es haciendo ejercicio. Andar en bicicleta, gimnasio o
trotar en el parque liberan tenciones.
Con el ejercicio se liberan endorfinas, la llamada “hormona de la
felicidad”. Además, con el cansancio generado por la actividad física, se logra
dormir plácidamente, dejando de lado el insomnio. No importa qué disciplina se
elija, puede ser una moderada o una de alto rendimiento.
14. Reír:
Otra vez tenemos que nombrar
a la hormona de los que están contentos. Al reír a carcajadas (no vale solo una
sonrisa de compromiso) nos sentimos mucho mejor y podremos disfrutar de muchos
beneficios como un mejor ritmo cardíaco, mayor irrigación sanguínea, mejorar la
función pulmonar, etc.
La piel también empezará a
lucir más luminosa, renovaremos energías y nos sentiremos como nuevos. Pruebe
mirar una película divertida, escuchar chistes o jugar a las cosquillas con los
hijos. El estrés empezará a reducirse como por arte de magia.
15. Comer de manera
saludable:
La alimentación tiene mucho
que ver con cómo nos sentimos, se dice
que somos lo que comemos. Los alimentos con harina blanca, los edulcorantes
artificiales, la comida rápida, los refrescos, los dulces y los fritos no
ayudan para nada a mejorar la situación. Debemos evitar toda esta “comida” que
hemos nombrado y, en lo posible, eliminarla de la dieta diaria.
Elegir las frutas en lugar de los postres muy
azucarados y los vegetales antes que las hamburguesas o las pizzas. Preferir el agua antes que los refrescos, las
infusiones de hierbas al café y los cereales integrales mejor que los
refinados. A su vez, está comprobado que consumir semillas de quínoa, trigo y
mijo nos ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, algo que
también puede desequilibrar el estrés.
16. Desconectar:
No podemos estar
“enchufados” las 24 horas del día, ni tampoco sobre estimulados con todos los
dispositivos que nos rodean. No hace falta irse a una isla desierta durante un
año para desconectarse.
Dejar el celular en otra
habitación mientras comemos o dormimos, no mirar televisión antes de dormir,
evitar el uso de los videojuegos o del ordenador un rato antes de ir a la cama,
no usar el Internet cuando estamos de vacaciones y dejar los problemas
laborales en la oficina.
Tomarnos el tiempo que
precisas para hacer lo que nos gusta, como leer, hacer deporte, jugar con los
hijos, ir al cine o al salón de belleza.
¡No dejemos que el estrés consuma nuestra vida, eliminémoslo
ya!