¿Qué es un Emprendedor?
Lina Toro
Un emprendedor es una persona que enfrenta, con
resolución, acciones difíciles. Específicamente en el campo de la economía,
negocios o finanzas, es aquel individuo que está dispuesto a asumir un riesgo
económico o de otra índole. Desde este punto de vista, el término se refiere a
quien identifica una oportunidad de negocio y organiza los recursos necesarios
para ponerla en marcha.
Debemos dejar en claro
que ser emprendedor y ser empresario no es lo mismo. Ser emprendedor se refiere
a ser una persona que siempre busca nuevos retos, que siempre busca nuevos
objetivos y trabaja en cumplirlos. Y el ser empresario es aquella persona que
ve oportunidades de negocio, la lleva a cabo y busca generar sustentabilidad.
Por lo tanto es claro que para ser empresario, se requiere ser emprendedor ya
que este es el primer paso para iniciar un proyecto, pero si se es emprendedor
no necesariamente se convertirte en empresario, ya que los objetivos de un
emprendedor pueden ser distintos al objetivo de crear una empresa. La
mentalidad emprendedora es totalmente diferente a la mentalidad de un empleado.
Además requiere de un conjunto de habilidades diferentes.
Para ser emprendedor una
persona debe saber cuáles son sus habilidades y dones innatos, tanto en el área
física, como también en el área mental, emocional y espiritual. Así podrá
emplear sus fortalezas provechosamente y buscar maneras de compensar sus
debilidades. Las personas que se conocen bien saben tomar decisiones sabias,
porque tienen claro que algunas situaciones les "calzan" mejor que
otras. De ésta forma logran entregar su máximo potencial.
Tipos de emprendedores:
Aunque todos los
emprendedores son únicos, tienden a compartir características con ciertos modelos.
Algunos emprendedores son verdaderos inventores que ven los retos de construir
un negocio como un mal necesario; otros son auténticos marketers que creen que
pueden atraer a los consumidores con cualquier oferta; y otros, simplemente
quieren contribuir a hacer de éste, un mundo mejor.
Éstas son las principales
características de los cuatro tipos de emprendedores:
1. Constructor
Estos emprendedores son los
máximos jugadores en el juego de los negocios; siempre están buscando estar dos
o tres pasos delante de la competencia. Por lo general se describen como
enfocados, fríos, despiadados y calculadores. Muchos podrían decir que Donald
Trump pertenece a esta categoría.
2. Oportunista
El Oportunista corresponde a
la parte especulativa del emprendedor interno que todos tenemos. Es esa parte
de nuestros seres que quiere estar en el momento y lugar indicado, aprovechando
el timing para ganar cuánto dinero sea posible.
Si alguna vez nos hemos sentido tentados a aceptar un trato monetario,
como comprar una acción o un inmueble, ése es nuestro lado oportunista
hablando.
3. Especialista
Este emprendedor entrará en
una industria y permanecerá en ella de 15 a 20 años. Tienen gran experiencia y
conocimiento del sector, pero suelen batallar por destacarse en mercados
competitivos. Éstos corresponden a, por ejemplo, diseñadores gráficos, expertos
en TI o contadores y abogados independientes.
4. Innovador
Generalmente encontraremos
al emprendedor innovador en el ‘laboratorio’ del negocio trabajando en un
invento, receta, concepto, sistema o producto que pueden ser la base de uno o
varios negocios. El reto del Innovador es enfocarse en las realidades del
negocio y en las posibilidades verdaderas del producto.
Algunas
características de los emprendedores:
- Disponer de gran energía:
Al comenzar un proyecto nos encontraremos con dificultades. Para
poder enfrentarlas y superarlas debemos contar con suficiente energía física y
mental, para no dejarnos abatir ante el primer tropiezo. La pasión con la que
realicemos nuestro emprendimiento será el motor que nos impulsará para llegar a
la meta. Pero la energía que empleemos debe ser racionalizada, y tenemos que
tener la capacidad para saber dónde, cuándo y con qué intensidad utilizarla.
Por ello es muy importante asumir el mando haciendo cumplir tres acciones
importantes: pedir, delegar y supervisar.
- Pensar como Emprendedor:
Es necesario tomar riesgos,
lanzarse a la aventura de recorrer caminos inexplorados y encontrar ideas
innovadoras. La creatividad y originalidad se convierten en dos componentes
básicos en la mente de un emprendedor, sin perder nuestro sentido crítico que
nos permita evaluar la marcha de nuestro proyecto y realizar las correcciones
que sean necesarias.
- Creer en el propio
proyecto:
En muchos casos encontraremos barreras para
llevar adelante nuestro proyecto. La primera barrera con la que se encuentra un
emprendedor es la cultural, que está presente en las sociedades que no
reconocen o celebran la figura del emprendedor. Tendremos que estar convencidos
de nuestro proyecto y de que es la forma de vida que queremos seguir pues
probablemente las críticas de nuestro propio círculo social – familia, amigos,
colegas- sea el primer obstáculo a sortear.
- Dedicar el 100% del
tiempo, recursos y esfuerzos:
En nuestro emprendimiento, seremos tu propio jefe y también el líder de nuestro equipo. Nadie estará más interesado que
nosotros en que nuestro negocio funcione y logremos los objetivos. Por lo tanto tendremos que
dedicar todo nuestro tiempo, recursos,
ingenio y esfuerzos en nuestro emprendimiento.
- Disfrutar de los desafíos:
Es propio del ser humano
sentir estrés ante situaciones de cambio o riesgo, que ni nuestro entusiasmo y
energía por lo nuevo, podrían combatir. Debemos estar preparados para no
dejarnos vencer en momentos de crisis, ser capaces de organizarnos y tener a su
vez la flexibilidad para garantizar un resultado final exitoso.
- Ver al fracaso como el
camino hacia el éxito:
Un emprendedor cae y
se vuelve a levantar. Muchos emprendedores han vivido varios fracasos
empresariales antes de lograr un éxito.
- Estabilidad en las
relaciones personales:
Un emprendedor trabaja en
equipo y debe establecer un clima de armonía en sus relaciones personales, con
sus compañeros de trabajo, sus proveedores, sus clientes. Por lo que deberá
mostrar buena disposición para trabajar en conjunto y no dejar que el ´´aire se
contamine´´ con las experiencias fallidas e insatisfactorias. Debe velar por el
espíritu alentador y motivador de los integrantes del proyecto.
- Ser un hábil Comunicador:
La comunicación eficaz es la base de las
buenas relaciones y los negocios. Esto implica no solamente expresar nuestras
ideas con claridad y ser concretos, sino también saber escuchar y no romper la
cadena de la retroalimentación. La comunicación debe ser bilateral para que no
se creen confusiones y los integrantes del equipo se sientan comprendidos y
tomados en cuenta. Esto nos permitirá tener diferentes puntos de vista y
opiniones, que nos despejen el camino a seguir.
- Tener conocimientos
técnicos:
Finalmente debemos analizar
cuáles son los recursos con los que contamos y reconocer cuáles son nuestras
fortalezas y debilidades, para saber en qué campos necesitamos capacitación o la ayuda de
expertos; considerando que el primer capital con el que contamos es nosotros
mismos. Solo así estaremos listos para tomar la decisión de ser 100%
emprendedores.
“Si
solo trabajas en cosas que te gusten y te apasionen, no deberías tener un plan
maestro para ver cómo resulta todo.”
- Mark Zuckerberg,
www.educatoncolombia.com