“Las empresas no siempre quiebran por falta de
recursos sino por su administración frente a los clientes, los colaboradores,
la comunidad y el estado.” Félix Campoverde Vélez
Las empresas deben diferenciar
entre la ética y el cumplimiento interno del deber ser, ya que mientras este
último responde a legalidad, la ética lo hace a valores y creencias dentro de
las compañías.
En este sentido, el cumplimiento
se debate respecto a cómo se deben hacer las cosas, mientras que la ética lo
hace sobre cómo se quieren hacer.
Portafolio Financiera manifiesta
las declaraciones de Tom Tropp, vicepresidente corporativo de Ética y Sostenibilidad
de Arthur J. Gallagher, empresa que cuenta con 23.000 empleados en 31 países
del mundo, “en la ética corporativa se deben estudiar dos mundos o realidades:
una, la que concierne a lo que se denominan los valores individuales, y otra, a
los corporativos”.
La responsabilidad social
Empresarial, tiene por objeto el fortalecimiento de la gestión empresarial a
través de la implementación de prácticas y procedimientos desde sus órganos de
administración y demás miembros en cada una de sus relaciones con todos los
grupos de interés (stakeholders ).
Si entendemos que la
responsabilidad social no es una práctica esporádica sino un elemento integrado
de la gestión estratégica empresarial y que tiene un carácter global que afecta
a la totalidad de las dimensiones que conforman la política empresarial, parece
claro que los gestores y resto de interesados en la materia no pueden afrontar
un reto semejante sin poseer no sólo herramientas adecuadas para su aplicación,
sino, una formación orientada a la correcta aplicación de las mismas y, ante
todo, a cuestiones sobre qué es, por qué es necesaria y para qué sirve la
responsabilidad social.
En nuestro entorno empresarial
colombiano, las prácticas de responsabilidad social no son del todo extrañas a
los gestores empresariales. Esto supone una gran ventaja. La novedad consiste
en gestionar la responsabilidad social de manera estratégica y global, de un
modo sistemático e integrado y no como un conjunto de prácticas aisladas y
esporádicas. Es precisamente para ello, para lo que los agentes responsables de
la gestión y resto de interesados han de adquirir la formación necesaria que
contribuya a fomentar una práctica socialmente responsable entendida desde esa
perspectiva integral y global en el conjunto de las organizaciones.
Pero consultados algunos
empresarios todavía existe confusión sobre este importante tema, algunos dicen que han asumido la responsabilidad
social porque pagan los salarios a tiempo, otros que están haciendo algo por
tapar en la ciudad los huecos que hacen sus camiones, y muchos hablan de
realizar acciones encaminadas a aspectos de medio ambiente, pero
ni siquiera cumplen las normas
establecidas en Colombia, por tanto es importante establecer que una
empresa que asume la responsabilidad social como parte de su plataforma
estratégica debe superar las normas y desarrollar programas formales orientados
al mejoramiento de la calidad de vida de sus grupos de interés (stakeholders).
El primer paso puede ser
establecer un código de ética empresarial y que se cumplan por todas las
personas de la organización, empezando por el Gerente general; asumir el
gobierno corporativo es un segundo paso y elaborar un diagnóstico de
necesidades de sus grupos de interés y
formular programas orientados al mejoramiento de la calidad de vida es otro
paso obligado, por tanto suscribir al pacto global y aplicar sus diez principios es otro paso importante y eliminar del
discurso que realizar acciones filantrópicas, para tomarse la foto y aparecer
en los diarios es responsabilidad social, debe ser una etapa superada que forma
parte de los inicios de esta propuesta de gestión de principios de siglo pasado en el mundo.
De esta forma una aproximación a
la definición de responsabilidad social empresarial es: Una forma de hacer
negocios, orientado al mejoramiento de la calidad de vida de sus grupos de
interés, que tiene en cuenta los efectos sociales, ambientales y económicos de
la acción empresarial, integrando en ella el respeto por los valores éticos,
las personas, las comunidades y el medio ambiente, que las organizaciones
desarrollan voluntariamente, y que sus acciones superar las normas establecidas
en el país o región.
En este sentido y para concluir,
la responsabilidad social en la segunda
década del siglo XXI juega un papel fundamental y vital con referencia al
desarrollo sostenible de la sociedad; preservando recursos ambientales y
culturales para las generaciones
futuras, respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las
desigualdades sociales. En consecuencia por
ser una forma de gestión que se define por la relación ética de la
Empresa con todos los públicos con los cuales ella se relaciona, y por el
establecimiento de metas empresariales.
Por lo anterior, algunos
empresarios y conocedores del tema consultados afirman
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