sábado, 21 de noviembre de 2015

Pequeñas semillas, grandes beneficios



Las semillas son pequeña cápsula llenas de beneficios y bienestar para su organismo, son complemento de una alimentación saludable como el girasol, la calabaza y el ajonjolí, resultan además de nutritivas muy versátiles en la cocina. Las semillas son fuente de energía, con alto contenido de fibra y ácidos grasos esenciales,  libres de gluten, siendo  éstas son tan sólo algunas opciones de las más benéficas para tu salud

El girasol, por ejemplo, tiene un gran contenido de grasas saludables, como el Omega 3 y 6, el ajonjolí, un complemento ideal para ensaladas y arroces, proporcionan beneficios para el funcionamiento cerebral.

Las semillas producen saciedad y ayudan a reducir las porciones de comida que consumimos, lo que las hace buenas para adelgazar.

Junto con el maíz, el fríjol y la chía, el amaranto fue uno de los principales productos para la alimentación de las culturas precolombinas de América.

El amaranto es una de las fuentes más importante de proteínas, minerales y vitaminas naturales: A, B, C, B1, B2, B3; además de ácido fólico, niacina, calcio, hierro y fósforo, y con altísima presencia de aminoácidos como la lisina. Es recomendado para prevenir y ayudar a curar afecciones como la osteoporosis, en diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial, estreñimiento, es un alimento apto para celíacos, dieta para personas con autismo.

Las semillas de calabaza, son ricas en hierro y minerales, son una buena fuente de vitamina B y, para aquellos que están bajos de ánimo, pueden ayudar a combatir la depresión, ya que tienen el componente químico L-triptófano que tiende a mejorar el estado de ánimo.

Por su parte la linaza, tiene un alto contenido de ácidos grasos, además de ser rica en fibra, promueve una función intestinal saludable y ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, por ende reduce el riesgo de accidentes cardiovasculares.

La chía, grandes beneficios, fibra, proteína, antioxidante y una fuerte carga de ácidos grasos omega-3.
El sésamo, no solamente es una muy buena fuente de manganeso y cobre, sino que también es alta en contenido de calcio, hierro, fósforo, vitamina B1, zinc y fibra dietética, contienen dos sustancias únicas, la sesamina y sesamolina, las cuales se ha comprobado que tienen la propiedad de proteger el hígado ante el daño oxidativo.


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